jueves, 8 de enero de 2015

De ansias y sosiegos. Dia 8.

8. Cazadoras de dinosaurios rosas.


Hoy me he levantado valiente.

Con las zapatillas de huir he salvado la distancia que separa mi casa del centro de operaciones: el Santiago Amón, aquí en Leganés. No sé cuántos kilómetros son, 20 o 30, o eso me ha parecido. El caso es que he llegado bastante perjudicada.
Allí comparto con un grupo de enamorados de las palabras unos talleres de escritura creativa. Una aventura.


Parte del estupendo grupo de palabreros, de locos por la aventura de escribir.

Y eso es lo que hemos escrito en la puerta de entrada a nuestra gruta:

"Cuando hablamos de escritura creativa, nos referimos a inventar, a perder el tiempo, a convertirnos en cazadoras de dinosaurios rosas, a dar forma a nuevos recuerdos que habíamos olvidado. A asesinar a nuestra sombra o cenar una noche en un ático en Tombuctú. Decir invento es abrirle las puertas a lo infinito, a todas las posibilidades, a mundos nuevos. Los límites surgen cuando queremos ponerle un “para qué”. Y la primera regla es que no las hay".
Nos acompañas?


Estaban mis amigos, responsables de la Universidad Popular de Leganés, de la que dependo, tomando un café y me invitan y me regalan. Como siempre. 

Mis amigos mágicos.

En este caso con la novela de  Nieves Concostrina, "Antonia".

Había escuchado a la autora en la radio, ahora la leeré.





Y vuelvo a casa igual, corriendo, andando a ratos, cuando creo que el corazón amenaza con descolgarse de su sitio y rebotar contra la dureza gris oscuro del asfalto.

Cuando he llegado a mi bloque y me ha asaltado la idea peregrina de subir andando los trece pisos, ha salido, gracias a Dios, mi conciencia sensata y he pulsado el botón del ascensor.

Mi perro ha salido, eufórico, con la correa colgando de los morros, pero cómo me habrá visto, que se ha ido al fondo del pasillo a esperar.

Aún le queda, por lo menos, media hora.

Como poco.

2 comentarios:

  1. No me animes Mari Carmen, que sabes que no hace falta. Las dos somos unas buenas disfrutonas de la comida. Tenemos que vernos ya. Los Reyes vinieron.

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