viernes, 31 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Crónicas de portería. Asiole Dorpa. Día 13.

213. Agosto y sábado.



         Me he dormido.
     Anoche me acosté tarde. Barrigas no aparecía y me dio por ir a buscarle. Me recorrí  toda la calle Jorge Juan y alrededores. Nada. Al final, sobre la dos de la madrugada, volví y allí estaba, en la puerta de mi casa, con cara de tonto, como si tal cosa. Alucino con mi gato clochard, va a su bola.




     El que también va a su bola es AndrésG, el fontanero. Mira que le dije que era urgente. Me hace siempre lo mismo. Pero no penséis mal de él, os cuento: Es amigo de toda la vida, es un tío responsable y cuando tengo un problema de la comunidad, urgente de verdad, ahí le tengo, a la hora que sea, lo que pasa que ahora sabe que no hay prisa. 
   Es un buen fontanero, pero, además, es un enamorado de la historia y del arte.     Se va con su mujer, Cathy, dos veces al año a pasar unos días a un balneario. Se los han recorrido todos, pero le sirve como excusa para, aparte de descansar y darse sus buenos baños, visitar y hacer fotos de todos los monasterios y monumentos de los alrededores. Tiene una colección de más de diez mil fotos. El arte no tiene secretos para él. Le gusta el románico especialmente.




      Me imagino que vendrá el lunes. Si es sólo para que le eche un vistazo a la pila de mi cocina que no traga y para que vea la gotera que tienen los del segundo derecha, Maribel y Aldo, que además están a punto de llegar. Aunque creo que ha sido el Nacho de las narices el artífice del desaguisado. Como siempre.

    Voy tan atrasada con todo hoy, que no os presento al resto de inquilinos. Mañana será otro día.

       El libro está muy interesante. Me tiene enganchada.
       Buen sábado hermosos.
       Recordad que hay que continuar. Siempre. Es nuestra obligación.

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Día 12.

212. Y seguimos con las presentaciones. Y ya es viernes.


     Y que se nos va Julio. Tan campante. Tan en silencio.
    Agosto, no sé por qué, es un mes que no me gusta mucho. Es como blando, flácido, no sé, no es chicha ni limoná. Y tiene unas tardes gordas y sin color.
    Me alegro que os gustara el poema que os dediqué ayer, me han llegado muchas felicitaciones. Sois estupendos. Pena me va a dar cuando deje este encargo hermoso que me dejó Eloísa. Pero aún queda.
      Hoy quisiera seguir presentando a parte de los restantes inquilinos de esta finca, más que nada para que, cuando comente algo de alguno, no os perdáis.
     Sólo presentaré a dos.




    En el  cuarto derecha viven Andrés y MariMar con sus dos hijos, Álvaro y A.J., él trabaja en el Ayuntamiento, pero no me digáis de qué, porque no le he preguntado nunca, pero debe ser un pez gordo y ella es profesora de francés, aunque está de excedencia un par de años, para pensar y ubicarse, según me dijo un día.
    Estudió en París, en La Sorbona y es asidua de las tiendas de El Callejón de Jorge Juan.  De vez en cuando se va de shopping y vuelve con un montón de bolsas, como en la películas americanas. Sus dos hijos están pasando las vacaciones en casa de su tío, en Marbella.



       Es amiga de Begoña la del cuarto izquierda, separada, con un hijo y química. Se conocieron estudiando en La Sorbona y salen mucho juntas cuando Bego está por aquí. Begoña tiene el piso alquilado al Sr. Andreas, el del primero izquierda. Es una mujer muy dulce y a su hijo, Lucas, le gusta mucho tocar la guitarra.



   Tienen una iguana verde y algo asquerosa. No me gusta nada. Lucas la suele llevar en el hombro. La llaman Guindilla. Viajan mucho porque Begoña tiene que ir a analizar las aguas por toda España.



   En el cuarto centro ya sabéis que vive Angustias, que, dicho sea de paso, desde que salió del hospital, parece que está más animada y parlanchina.
      Poco a poco os iré presentando al resto.
     Yo me he enviciado con el libro que me trajo Angustias y no hago caso ni de la portería.
     Ya se va mi niña  Alexandra a ayudar a la protectora, con su coleta sonriendo al aire.
      Os veo mañana gente guapa.

jueves, 30 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Día 11.

211.  Hoy la portería se viste de azaleas y de versos.                                      


    Acababa de salir de la ducha cuando han llamado a la puerta. Pensé que era AndrésG. el fontanero, le llamé ayer, pero era Angustias, para traerme una maceta de azaleas y un libro. Dice que es por lo bien que me he portado con ella mientras ha estado en el hospital. 
    Tiene una terraza llenita de azaleas, es la flor que más le gusta. No digáis nada, pero he llegado a pensar que si a su marido no "le perjudicó" hasta la muerte la toxicidad de dichas plantas. Como le tenía tan harta. La he colocado en alto para que Frida no la toque y en cuanto a Barrigas, le he dicho que no se acerque a ella. Ya veremos.
     El libro, me dice que se lo dejó olvidado en el hospital la mujer de la cama de al lado. Y como ella no lee, me lo ha regalado. Le echaré un vistazo.


     Hoy tengo mucho trabajo. Limpiar la escalera y todo eso. Así que os dejo el poema que escribí ayer en la cafetería. 
      A ver si os gusta.

                                                     Cuando el día se vuelve noche,
cuando la luz de los ojos se cubre
con el sudario de la desesperanza,
cuando la colección de velas apagadas
va ahumando la silueta de los hombros,
exhibidos en escaparates fatuos,
regados con prepotentes y altivas
mentiras,
cuando me emborracho,
cuando río sin motivo,
cuando lloro porque el asombro me invade
con raíces profundas,
devastadoras.

Cuando el día se vuelve noche,
cuando la noche se resiste,
cuando la alegría tiene que callar,
cuando la luz de los ojos recupera
su brillo,
tercos, vehementes.

Cuando gozo a solas,
ocultando la dicha
de vivir…

Cuando paseo por el bosque,
por la orilla del mar,
por el borde de la cama,
al filo del precipicio,
cuando me emborracho de miradas,
cuando no puedo dormir,
cuando sonrío, agotada,
con los ojos cerrados.

Cuando la noche se resiste,
cuando regresa el día,
cuando despierto.




Estoy reventá.
Hasta mañana, amigos.
Y amigas.






miércoles, 29 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Asile Dorpa. Día 10.

210. Y sigo con las presentaciones.





        Buenos días gente guapa.
      Aunque hoy no es viernes, después de darle un repaso ligero a la limpieza del portal, me he ido a desayunar al bar, hoy, sorprendentemente, no me han dado la paliza los dueños con sus cuitas.     Creo que estaban de morros y han sido discretos. Mejor, me ha dado tiempo a leer el periódico y a hacer un poema. Mañana o pasado os lo leo.
   Ya no sé a cuántos inquilinos os he ido presentando. Veamos:   Alexandra, la pelirroja vegana de la protectora, guapa, simpática, algo hippy y con la sonrisa perpetuamente dibujada en su cara. Estudia chino y vive en el sexto derecha. En el sexto centro vive Mario, veterinario, elegante y homosexual. Lo está pasando mal en estos momentos, Eugenio, su pareja de bastantes años le ha dejado tirado y ahora, el padre de Mario, Lorenzo, viudo y guapo que te mueres, viene muy a menudo a visitar a su hijo para intentar animarle. Ahí va el muchacho. Tiene la clínica cerca de aquí, en Narváez y uno de los motivos de su depresión es que su ex se llevó el perro. Ha sido muy cruel. 
    El sexto izquierda está vacío hace mucho tiempo. Cuestión de herencias.
      En el quinto izquierda viven Pilar y su marido Antonio, que por cierto están a punto de llegar de vacaciones, tienen dos hijas y una nieta, Paula. Regentan una peluquería en Velázquez donde trabajan los cuatro y se van, de vez en cuando, a una casa rural que tienen en Ávila.
    Los del quinto centro y derecha siguen de vacaciones hasta mediados de Octubre, son dos matrimonios amigos y prejubilados, Mariano y Nico, Manuel y Toñy, que se pasan todo el verano en unos apartamentos en la playa de Benidorm. 
     Por hoy es suficiente, ya os iré presentando al resto, que no quiero agobiaros.
     Está la finca tranquilita y voy a dedicar un rato a colocar abanicos. Tengo muchos y diseminados por toda la casa, anoche encontré una caja expositor en el contenedor de basura de la esquina, la he limpiado y me ha quedado ideal para colocar mi colección. En esto voy a echar a tarde.



     Me parece que Edison, el perro de Larios y Susana se ha meado en la puerta del ascensor.
     Hoy también va a apretar el calor.
     Hoy puede ser un gran día.

lunes, 27 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. En la portería. Día 9.

209. Historias de mi comunidad.


Buenos días amigos.
Hoy me he levantado con mi día melancólico, tontorrón, sombrío.
Me pasa de vez en cuando, pero no es grave. Se me pasa volando.
Son restos de juventud, días inquietos, hormonales, resquicios de ansias sin control. Nostalgia de pasiones olvidadas.
No me hagáis caso.
Pero aún no he preparado nada para poner hoy en el blog. Y no quiero defraudar a mi amiga Eloísa. La vagamundos. 



Pues os voy a contar que, ayer, cuando me iba al hospital a recoger a Angustias, me encontré con el Sr. Andreas y se ofreció a acompañarme en coche a buscar a la vecina. Luego dimos los tres un paseo por el Retiro y tomamos unos refrescos en una terraza muy agradable y fresquita. Resulta que, aparte del saludo normal entre vecinos, nunca habían tenido entre ellos una conversación más completa, y, entre unas cosas y otras, Angustias le comentó la ilusión que le hace visitar Italia y él nos reveló que, por su trabajo, estuvo viviendo un par de años en Milán y recorrió con su mujer toda la península. La cosa se quedó ahí, pero yo ya le estoy dando vueltas al asunto y voy a ver si hago un trabajo fino.




Las Koplowitz me han traído de su último viaje un colgante precioso. Estas chicas siempre han sido muy cariñosas conmigo. Viajan constantemente, tendrán unos treinta y tantos años, están solteras aunque emparejadas casi siempre. Ya sabéis. Yo lo que hago cuando se van a sus tournées es subir a regarles las plantas y modificar la altura de las persianas.
Saben un montón de idiomas y una es rubia y la otra morena. Un amor.



Mirad cómo se ha quedado Frida después de un atracón de salmón y profiteroles. Ahora se irá al patio a esconderse tras las jardineras para hacer la digestión, para filosofar sobre lo divino y lo humano.
Para ella es la vida.
Voy a abrir la portería. Y tengo que llamar hoy, sin falta, al fontanero.
Que el día os acaricie la piel, hasta hacerla viva.
Hasta mañana.



De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Día 8.

208. Me ha mandado un wasap!



     Después de desayunar y apañar un poco el portal, así, por encima, que quedan pocos vecinos y no hay que abusar, he ido al mercado a comprar el salmón y los profiteroles para la tortuga.
     Mi Frida me ha salido bastante sibarita y sólo come salmón ahumado y trocitos de profiteroles templados. 



     He estado hablando un buen rato con Luis, el cartero, y le he dado unos colgantes que hice el otro día para sus seis hijas y para Virtudes, su mujer. No traía noticias de Eloísa.
     Pero nada más entrar en la portería para prepararme algo de comer, me han llegado dos wasaps de ella, con unas fotos del mar. Desde el Cantábrico, dice, no especifica más, me dice que están bien y que me cuide. 




     Algo es algo.
     A las cinco he quedado en ir a recoger al hospital a Angustias.
     Tengo pensado llevarla a dar una vuelta por el Retiro, a ver si se anima.
     Qué pedorra es la vida a veces!
     Cuando salía, llegaban las Koplowitz. Son Pilar y Montse, dos hermanas gemelas que viven en el segundo centro, son modelos y viajan muchísimo. Son un encanto. Los vecinos las llaman las Koplowitz. Mañana os cuento.
     Me voy, que ya llego tarde. Hasta mañana.

domingo, 26 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Domingo. Asiole Dorpa. Día 7.

207.  De anécdotas y de hijo pródigo.


     Ha regresado Barrigas. Ya me tenía algo preocupada, a pesar de estar acostumbrada a sus escapadas.
       Lo recogió Alberto, mi ex, en la calle hace años y se ha adaptado muy bien a mí, pero sigue siendo un gato callejero y bandarra, chulo y altanero, dueño de sí mismo y, cuando le viene en gana, desaparece unos días. Luego vuelve sucio y agotado, pero no me da explicaciones, ni yo se las pido.




   Esta mañana se han ido los del segundo derecha, y las del tercero izquierda, se van después de comer. Se está quedando la finca desnudita y desolada.
    Estoy colocando libros. Los voy hojeando para recordar lecturas. Hay uno de anécdotas médicas. Mirad, un par de ejemplos:

"Hay pacientes habladores. El doctor Morales tiene una enferma cuya única dolencia consiste en que es más charlatana que una cotorra.
Un día que acudió a visitarse, el médico le dijo:
-Vamos señora, enséñeme la lengua. Muy bien, ahora téngala así, sacada un rato, que voy a hablar yo".

"Un célebre médico cobraba 200 pesetas por la primera consulta y 50 por cada una de las siguientes. Un enfermo que no deseaba pagar las 200 pesetas y que creía preferible empezar por la segunda visita, entró un día en la consulta del doctor diciendo:
-Doctor, aquí me tiene otra vez.
-Muy bien, desnúdese.
Después de un concienzudo examen, el doctor concluyó:
-Esto va bien, continúe el tratamiento que le di la otra vez".


   Ya sube Nacho, el pijo del tercero derecha, con otra novia. Algo va a liar. Qué pena de muchacho. Rico, caprichoso, ocioso y creído. Sus padres le hacen flaco favor con consentirle tanto. Y encima un desastrao, el otro día fue la avería del gas, hace un mes casi quema la casa, hay que hacer un montón de llamadas al seguro porque a la vecina de abajo, cada dos por tres,  le inunda el baño. Una joyita. Y he observado que mira con ojitos a Alexandra, la chiquita pelirroja, la de la protectora. Ya le diré yo a la muchacha que ni se le ocurra.
     Hoy me voy a hacer un gazpacho y una tortillita y luego me voy a echar a la siesta.
      Que estoy cansá.



Y sin noticias de Eloísa.
Y ahora caigo que hoy hace ya una semana que me dejó al cargo de éste su blog. Con muy buenas palabras, como suele hacer ella, me pasó el testigo para que yo continuara, mientras su perro y ella buscaban su sosiego por no sé dónde. 
Y yo no sé si lo estaré haciendo bien.
Esto fue lo último que dijo. Mirad: 

http://pardocastroeloisa.blogspot.com.es/2015/07/de-ansias-y-sosiegos-me-voy-nos-vamos.html

Pues hasta mañana.

sábado, 25 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Día 6.

206. Y continuamos con las presentaciones.

     Hoy es un día tranquilo.
     Casi todos los propietarios se han ido ya de vacaciones o a pasar el fin de semana a otro lugar.
    Acabo de llegar de ver a Angustias. Le querían dar el alta, pero ella ha pedido quedarse hasta el lunes. Esta mujer no tiene nada, sólo una acumulación dañina de ansias, demasiado rencor en las venas y un empacho de melancolía. Me ha pedido que no le diga nada a sus hermanas, que le riegue las azaleas y que le recoja un mantel que se dejó tendido.
     Yo le he pedido a ella que procure llamar a la alegría y le he prometido acompañarla a cumplir su sueño, visitar Italia. Por lo menos ha sonreído mientras me despedía.
     Me he tomado el aperitivo en el bar mientras Eduardo y Nati me contaban lo de siempre: lo mal que les va el negocio, lo poco que les llaman sus hijos y que cerrarán pasado el verano. Así llevan ya once años, desde que los conozco.
     Y dedico la tarde a darle un empujoncillo a la alfombra de nudos que tengo a medias.


      ¿Os he dicho que soy una enamorada de las manualidades?
    Estoy siempre enredando. Con todo pruebo y de todo intento sacar una doble finalidad, otro uso. Hago broches, pendientes, collares, cestitas. Luego coloco algunas cositas en el mostrador de la portería para que mis inquilinos tomen lo que les guste.
       Me entretengo.
    Esta tarde ha bajado un rato el Sr. Andreas. Hemos tomado un refresco en mi patio, y se ha disculpado por lo de ayer.
    Os cuento. Es un hombre de unos 70 años, alto, educado, culto, un ingeniero que, según me dijo un día su mujer, descendía nada más y nada menos que del Gran Capitán. El caso es que no ha superado la muerte de su mujer, Aurora, una mujer casi analfabeta, pero tan lista y despierta, tan discreta y enamorada, que fue el verdadero rodrigón de este hombre durante toda la vida. Le admiraba mucho y dejó siempre que fuera él el que destacara en todo, mientras que ella, en la sombra, era la que sostenía fuertemente la figura de su marido, le difuminaba sus deslices y le consentía sus, a veces, salidas de tono.
      Ahora él intenta encontrar su razón de vivir en la bebida.




      Hemos pasado un ratito muy agradable hablando de libros, de música y del pasado.
      Barrigas sigue sin aparecer. No consigo domar el temperamento vagabundo y aventurero de este gato.
         Voy a cerrar.
         No he adelantado nada con la alfombra.
         Buenas noches.

viernes, 24 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Dia. 5.

205. Sin noticias de Eloísa.




    Fijáos cómo corre el tiempo, ya son cinco los apuntes que he compartido con vosotros. Y sigo sin noticias de Eloísa y su Haro.
    Andarán por esos mundos de Dios; me dijo que quería recorrer senderos ocultos y sombríos, zonas tranquilas y frías, acantilados y orillas de mar al anochecer. Me dijo también que llevaba una docena de libretas, todas de color malva, todas nuevas, para gastar sus miedos en ellas y volver con un poco de esperanza.
     Todo esto me dijo del tirón, poco antes de volver la esquina de mi calle, cuando vino a dejarme su encargo: "Escribe la vida en este blog para mi gente, hasta que vuelva". 
     A lo mejor hoy, cuando venga Luis, el cartero, traiga algún mensaje de mi amiga.
     Yo ya le he lavado la cara al portal, he regado mi patio florido, he desayunado en el bar, que para eso es viernes, le he hecho un guiño desde el portal  a Fernando, el dueño de la librería de enfrente para que me vaya buscando un buen libro para el fin de semana y ahora, cuando venga el cartero, me voy a acercar un ratito a ver a la señora Angustias.
     Os iré presentando, poco a poco, a mis vecinos de comunidad. No sé si conoceréis el edificio, tiene seis plantas y, en cada una de ellas, hay tres pisos. Tiene un ascensor con tratamiento de alteza y poseo una entrada digna de verse. 


     No ha traido Luis carta de Eloísa.
     Me voy a ver a Angustias.
     Hemos tenido que subir al Sr. Andreas otra vez a su casa. No levanta   cabeza. 
    Alexandra se va, como todos los viernes, a ayudar a su protectora de animales. Delgada y guapa, va dibujando una sonrisa en el aire con el balanceo de su coleta caoba.
    Mañana os veo de nuevo, amigos.
    No encuentro a mi gato.

jueves, 23 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Dia 4.

  204. UNA DE DOS.






     Lucía miró a su marido dormitar en un sillón. Despertaba a ratos, la miraba y sonreía como desde otro mundo. 
    En una de esas pestañadas ella le dijo con toda suavidad:  

    —¿Sabes? Cuando uno de los dos se muera yo me voy a ir a Italia*.





Amén.

Anita Ekberg en La dolce vita.


     Hoy se me ha echado el tiempo encima, había un montón de correspondencia que repartir, han venido a revisar un problema del gas del tercero derecha y la señora Angustias, la del cuarto centro, se ha puesto mala y he tenido que estar con ella hasta que ha llegado la ambulancia. Ya os contaré. La pobre tiene tela marinera. Se murió su marido, que era un pinta y la mujer quería comerse el mundo a partir del día siguiente, pero se le torció el proyecto.
      Precisamente por eso me he acordado de esta historia y, en un rato que he tenido de paz, la he querido compartir con vosotros.
      También la señora Angustias quería ir a Italia y emular a la Anita.
      Luego llamaré a ver cómo sigue.
      Mañana os veo.
      Sed felices.
      Y no dejéis Italia para más tarde.
      Desde una portería de Jorge Juan, Asiole Dorpa.



*Extracto del libro Maridos de  de Ángeles Mastretta.

miércoles, 22 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Día 3. Permitidme que me presente.

203. Soy Asiole. Asiole Dorpa.



Barrigas, mi gato clochard.

    Con el nerviosismo del encargo de mi amiga de tomar el relevo de su blog durante el verano  y la fiesta de cumpleaños de ayer, no me he presentado aún. 
    No sé si Eloísa os ha dicho algo, también se fue de forma precipitada y no hablamos mucho de nada.


    Me llamo, ya lo sabéis, Asiole. Tengo 55 años, estoy separada, no tengo hijos, trabajo desde hace once años, los que hace que me separé, en una portería de la calle Jorge Juan, de Madrid. Justo fue el día de mi cumpleaños: el 20 de Abril.

    Sí, soy Aries. Pero no miro jamás la página del horóscopo. 
    Vivo con mi gato Barrigas y mi tortuga Frida.


Frida, mi tortuga.
  
    Y escribo poemas.
    Por eso conocí a mi amiga Eloísa, hace algunos años, en un recital de poesía. 
    Soy de estatura corriente, con una cara corriente y una vida corriente.
    Soy sociable pero solitaria. Alegre pero con arranques de melancolía.
   Me gusta mi trabajo, tengo unos vecinos agradables y educados, una cafetería justo al lado, donde desayuno a veces, una librería fabulosa en la acera de enfrente, un parque cerca y un pequeño patio interior, al salir de mi cocina, llenito de flores y de paz.


     Disfruto de los amigos, mantengo una relación cordial con Alberto, mi ex marido, tengo una tía en Tours y una biblioteca de varios miles de libros.
    Ahora os tengo, durante unos días, a vosotros.
    Creo que soy feliz.

    Hasta mañana.
    Voy a ver si abro la portería.


lunes, 20 de julio de 2015

De ansias y sosiegos, Asiole Dorpa. Dia 2. ¡Felicidades!

202. De cumpleaños.



     Hoy estamos de fiesta.
     Me dejó Eloisa una nota en el frigorífico para que lo recordara.




     Hoy es el segundo aniversario del nacimiento de este blog. Fue un 21 de Julio,  domingo, en una de esas tardes plúmbeas, típicas de estos días feriados. 
   Me llamó Eloísa por teléfono porque no encontraba ningún quehacer que la distrajera del tedio y del calor de aquel domingo. Después de contarnos nuestras cuitas, de comprobar dónde se situaban nuestras ansias y sosiegos, los proyectos que incubaban nuestras manos nerviosas y danzarinas, le sugerí que abriese un blog.
   -Y qué título le pongo?,- me preguntó.
   Y yo, conociéndola, le dije al pronto: Galería de trampantojos.

    Y ya tiene el mozo dos años. Anda solo y muestra un álbum lleno de historias y recuerdos.
   Aún con sus noches en vela, sus dolores de tripa por algunos momentos de nervios y de dudas y por ese constante deseo de agradar a todos, aún con eso, digo, el joven blog va creciendo con ella, con nosotras, con todos, con su familia virtual. Con vosotros.
    Y con vosotros desea seguir, cumpliendo años, lleno de música, de historias, de poemas, de curiosidades, de abrazotes y de comentarios.
    Soplad las velas cuando leáis esto. Venga... fiuuuu!

                          
   
   Y, si os apetece, podéis dejar la felicitación, algún regalo, un saludo gozoso,  encima de la mesa del salón. O en el mostrador de la portería.
    Yo lo guardaré todo  para cuando vengan.




    Os dejo la entrada de aquel día, fue un poema que Eloísa estaba escribiendo en su cuaderno de todo, el que inauguró esta Galería de trampantojos.


http://pardocastroeloisa.blogspot.com.es/2013/07/

   Os deseo que tengáis una fiesta de cumpleaños perpetua. 
   Que viváis todos los días de vuestra vida.
   Asile Dorpa.

   

De ansias y sosiegos. Asiole Dorpa. Dia 1.

201. Comenzamos el frasco de píldoras.




  
   Del general Valeriano_Weyler y de su tacañería se han contado multitud de anécdotas. Transcribo dos que, aunque las he visto atribuidas a otros personajes, me fueron contadas por un amigo que las conoció por un nieto del general, del mismo nombre y apellidos, cuando hacían, allá por el 1940, el servicio militar en Cartagena.
    
     Un día, uno de sus hijos le pidió dinero para comprarse unos pijamas.
     -¿Pijamas? ¿Y qué es eso?
     -Es para dormir.
     -Para dormir, lo que se necesita es sueño.
     Y no soltó una peseta.

     
    Otro día otro hijo, o el mismo, le envió una carta en la que le pedía 500 pesetas.
    La contestación fue: "Te envío las 50 pesetas que me pides y te advierto que cincuenta se escribe con un solo cero".




Buenos días, soy Asiole. Asiole Dorpa.
Eloísa y Haro ya se han ido.
Esta mañana, temprano. Con muchas ansias y poco equipaje.
Hoy es mi primer día. Espero estar a la altura.
Esta casa sigue abierta. Y os necesitamos.
Feliz lunes.



*De Historias de la Historia, de Carlos Fisas.

domingo, 19 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. Me voy. Nos vamos.

200. Os presento a Asiole Dorpa.

Nos vamos.
Haro y yo.
Aquí, en mi rincón de la paz, ya no la encuentro. Hace calor y silencio. Me falta la risa.
Me pide el cuerpo huir. Pero de verdad. Lejos.


Últimamente, cuando paseo por la alameda, el horizonte se me desdibuja. Sólo veo espejismos reverberando por todos los lados. 
Y sombras y recodos.
Laberintos sin salida.
Puertas falsas.
Me falta el aire.


Nos vamos.
No sé dónde. Ha sido una decisión de última hora.  De urgencia.
Demasiada tristeza.
Pero creo que tengo un compromiso y lo voy a mantener. Somos gente de palabra, verdad Haro?
Dejo la portería funcionando con una persona de confianza. Mi álter ego, mi amiga, mi hermana, Asiole Dorpa.
Ella, para mantener la puerta abierta de ésta vuestra casa, os irá dejando, diariamente, como figura en el contrato, unas pildoritas refrescantes, como corresponde a estos meses sofocantes y desmayados.
Algo así como un granizado a última hora de la tarde o una horchata helada, para mantener las constantes vitales.
Puede que, si esta miseria me lo permite, le mande recado desde donde esté, para que ella os lo transmita. Para dejarle algún día libre.
Puede que no.
Os veo, creo, a la vuelta, al regreso de las montañas. Si sobrevivimos al desierto.
Si encuentro el grial.
Me voy para llenar el saco de emociones nuevas, de otras miradas, de deseos y ansias para compartir con vosotros en invierno. Para buscar sosiego.
Asiole os necesita ahora. Asistid a su invitación diaria. Pondrá un mantel limpio y planchado cada tarde.
Acompañadla. No nos abandonéis.
Gracias por todo.
Hasta pronto.
Perdonadme.




*Las fotos están tomadas de la Red.

sábado, 18 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. De D. Santiago Ramón y Cajal.

199.  Hoy va de anécdotas.


D. Santiago pintado por Sorolla.

    “El gran histólogo don Santiago Ramón y Cajal,  Premio_Nobel  de Medicina, no se distinguía precisamente por su oratoria fácil. Le costaba expresarse  y, sus lecciones, seguidas con atención por sólo algunos alumnos, eran condenadas latas que la mayoría procuraba eludir.
     Un día don Santiago vio que su clase estaba repleta de estudiantes.          Faltaba mucho para los exámenes y no podía atribuir esa afluencia inesperada de estudiantes a ninguna causa visible.
      Y ello sucedió día tras día, hasta que, curioso, preguntó a un sobrino suyo que asistía a las clases, si podía explicarle el misterio.
     –Verá usted, tío. Es que usted tiene la costumbre de repetir la muletilla “completamente” sin venir a ton ni son y los amigos juegan a pares o impares.
     Don Santiago calló y, al día siguiente, con la clase llena, dio la lección muy lentamente para que no se le escapara la muletilla.
      Al dar la hora entró el bedel con la consabida frase: – Es la hora señor catedrático.
       Y entonces Ramón y Cajal terminó diciendo:
      - Completamente, completamente, completamente; hoy ganan los impares.”


«Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro».

«Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión».


Santiago_Ramón y_Cajal,  (1 de mayo de 1852 - 17 de octubre de 1934) fue un histólogo españolPremio Nobel de Medicina en 1906 por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas.




     Amigos, es que, esta mañana, conversando con mi Haro, he repetido varias veces la palabra y me ha venido a las mientes la anécdota.
    Os deseamos, los dos, mi chico y yo, un sábado completamente feliz.
    Completamente, completamente... completamente.

Ésta es mi ultima entrada.

Ya tenemos las maletas hechas.
Mañana os cuento.