lunes, 26 de diciembre de 2016

Aventura en Navidad.




Son ya varias las noches  en las que me  visita la poesía.

Un poema  se acerca en el silencio de la alcoba
y se  mete en mi cama.
Se me enredan los versos entre las piernas,
se adueñan de mi cuerpo libremente,
se adentran en todos los recovecos
y me susurran al oído
composiciones  armoniosas y perfectas.
Me hacen gozar y sonreír entre sueños.

Me prometo acordarme de ellos al despertar.
Pero luego, con la luz del día,
inmersa  ya en la realidad prosaica,
sólo me queda
una sensación de rascado en la espalda,
de ligero bienestar brumoso,
la memoria de algo pendiente.
Sed.

Y espero ansiosa que llegue la noche de nuevo,
para  atraparlo en un descuido,
cuando  más ensimismado esté,
mientras  me haga el amor.
Esconderlo entre los pechos, acariciarlo,
y hacerlo estallar luego en mi cuaderno,
sacarlo a la luz.
Legalizar mi aventura.
Con el poema.









lunes, 19 de diciembre de 2016

Felices fiestas. Feliz Navidad.



Dejadme que os felicite estas fiestas y la Navidad, de nuevo y por última vez, con esta foto que me ha subido facebook como recuerdo de otros años.
Os deseamos lo mejor. A todos. 
Pura vida.




Haro, Septiembre 2004-Noviembre 2016.





domingo, 18 de diciembre de 2016

Chewie.


     Se llama Chewie. 
     Es el perro de mi hija.
     Hace unos meses volvió mi niña de un viaje y lo trajo a  casa.
     Y convivió Chewie un tiempo con Haro, mi perro.


Chewie en la playa.

   Y se hicieron amigos, salvo algunos desencuentros típicos de asimilación, dominación, marcar territorio, etc.
      Mi perro era el líder, el alfa y vio, en el nuevo miembro de la familia, un peligro.
    Tuvieron algún altercado, siempre por culpa de Haro, mi chico, que sentía miedo de la juventud y fuerza de su nuevo compañero.



Dispuesto al paseo.

    Pero Chewie no quiso nunca entrar en el juego. Se doblegaba, sabio y paciente, intuyendo que debía dejar que el tiempo colocase los pedazos del rompecabezas. Que la amistad tomara cuerpo.
   Y, poco a poco, llegaron a entenderse, dormitaban juntos en el sofá y compartían  paseos, juguetes y chuches.


Chewie y el otoño.

      Pero no pudo durar.
      Haro ya estaba enfermo. Sentenciado.
     Y Chewie lo sabía y le consentía.  Y le dejaba coger el primero algún premio y permitía, sin celos, que acaparara los mimos y los abrazos.
     Chewie estuvo presente, quieto y asustado en un rincón, la noche  en que Haro se quiso ir. Fue aquella madrugada de Noviembre en que la luna se expandió todo lo que pudo, para iluminar el camino de huida de mi perro.

   Chewie es muy cariñoso. A veces, se queda quieto, como aquella noche y sabemos que se acuerda de Haro, que le echa de menos. 

    Chewie es ahora nuestro perro. 
    Y yo me mostraba renuente a presentarlo.
  Y le paseaba por la alameda  a escondidas, avergonzada, con una sensación de traición hacia mi amor de tantos años, mi compañero fiel, mi perro amado.
    Pero creo que ha llegado el momento de darle el lugar que se merece, que se ha ganado a pulso. Por su carácter, por su mirada, por el recuerdo, en esos momentos en que piensa, detenido, hacia su breve amistad con Haro.


Mi Haro y yo.

     Se llama Chewie y es el nuevo miembro de la familia. Y ocupa su lugar. Un lugar propio, como el que ocupó, durante doce años, mi perro blanco, mi compañero, mi escuchante de todos los poemas y relatos, mi confidente de algunas decepciones y desalientos, el primero que sabía de mis alegrías y al primero que besaba cuando la última campanada recibía un año nuevo. 

    Ahora me veréis pasear a mi pequeño pomerania por la alameda, iremos hablando, seguro; le iré contando lo que hacía Haro en aquel árbol o le descubriré alguna travesura que compartimos. 
   Me veréis detenerme para acariciar su cuerpo elegante, acostumbrarme a otro cariño, a otra mirada, adaptarme a la vida.
      Se llama Chewie. 
      Es un inteligente pomerania de dos años.
      Y ya le quiero.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Encuentro de escritores. Comida y palabras.

"No cualquiera se vuelve loco. Esas cosas hay que merecerlas".
Julio Cortázar.


      Hoy ha sido un lunes de gloria.
   Todo el taller de escritura creativa ha acudido a la cita para una comida navideña, para celebrar las vacaciones, para leer relatos y poemas en la sobremesa.
    Para reunirnos y lanzarnos, entre ensaladas y pescado a la plancha, figuras de ludolingüística, como si de trocitos de mazapán y frutas escarchadas se tratara.
     Hoy hemos hecho fiesta.


De pie, de izquierda a derecha: Rosa, Angelines, Rosa, María, Elvira, Toñy, Julia, Eloísa, Juan y Olalla.
En cuclillas, de izquierda a derecha: Tere, José Antonio, Alberto y María.






Olalla leyendo.




Al fondo, Tere,  desgranando su trabajo.
En primer plano, nuestros escritores posando, ufanos y coquetos.




Toñy Gaitán  desnudándose, sacando el alma en cada escrito.


También a mi me tocó leer.

      Y al pedir algún botón, como muestra, es Julia la que nos deja el suyo.
        Y nos recita:
"Os traigo la cesta de los regalos,
de los sueños, de la esperanza
bailando en las aceras.
Traigo un soplo violeta que nos suavice
el alma.
Traigo el olor de los prados,
racimos de lunas de color
esmeralda,
licor de almendras y juegos de agua
para prender en la solapa
del tiempo.
Os regalo un recortable, un saltador,
una esfera que ilumine los traspiés
y un cancán que eleve una sonrisa.
Hoy regalo un reloj sin ojeras,
el perfume de un beso
y el suave temblor de una caricia.
Hoy regalo un firmamento limpio.
Hoy regalo sorbos de vida".

     Y salimos a la noche todos, satisfechos, con los versos colgando de los ojos y deseándonos un año nuevo pleno de vida y de palabras. 

“El lenguaje se deteriora, pero la función de los poetas es revalorizar las palabras.”
Octavio Paz

"Uno escribe a base de ser un minero de sí mismo" (José Luis Sampedro).

"No basta con vivir; necesitamos transformar nuestras vidas en historias" (Gustavo Martín Garzo)

"Escribir es una forma de ser, una manera de vivir, un oficio que se pule y se aprende" (Rosa Montero).


Hasta Enero chicos.
Pura vida.


domingo, 27 de noviembre de 2016

Excursión a Villanueva de los Infantes. El lugar de la Mancha.

     Sábado 26 de Noviembre de 2016.

   A las 8 de la mañana un grupo grande de amigos se apiñaba, paraguas en mano, esperando a subir a los autocares que les llevarían a Villanueva de los Infantes.
     Fue el lugar elegido por los responsables de la Universidad Popular de Leganés, para una de las múltiples salidas que se hacen a lo largo del curso. 
     Monitores, alumnos, familiares y amigos se unieron al viaje. Sólo un día. Ida y vuelta. Poco tiempo para absorber todo lo que este pueblo manchego ofrece. 



Plaza monumental de Villanueva de los Infantes.

     La lluvia, terca y prepotente, nos acompañó durante todo el trayecto. Amenazaba con menguar el encanto del recorrido. No sabía que Villanueva de los Infantes es bello, con lluvia, nieve o con el sol más descarado.
       Pero fue bajarnos enfrente del Convento de Santo Domingo, donde nos esperaban los guías, y el día se abrió para dejar el camino libre al disfrute. Así fue hasta que llegamos, de vuelta, a Leganés. Y es que, hasta ahora, siempre, la suerte nos ha acompañado.
    Decía que nos esperaban los guías, no exactamente, nos aguardaban don Francisco de Quevedo (José Manuel) y el Caballero del Verde Gabán (Damián), los estupendos responsables de Calambur Experience, dedicada al turismo rural y con múltiples actividades y presentaciones culturales.



José Manuel Valero 

Damián Solís.

    La visita al convento de Santo Domingo y la celda de Quevedo, fue el comienzo del periplo que continuó por calles, fachadas señoriales, la casa del Caballero del Verde Gabán, Casa de la Pirra, Casa del Arco, Casa de los Estudios, La Trinidad, Palacio de los Ballesteros, Fuente Vieja, la magnífica plaza Mayor con la Iglesia parroquial de San Andrés y la Alhóndiga, donde se acercó el alcalde, don Antonio Ruiz, a saludarnos.     La concejala de cultura  Encarni Navarro, también estuvo pendiente del desarrollo de la excursión. Desde aquí, nuestro agradecimiento.

   Ángeles Jiménez, directora de la biblioteca e Inés, al frente del Museo y del centro de Información turística, también pusieron su interés en el buen desarrollo de la visita.








Casa del Arco.

Patio de la  Casa del Caballero del Verde Gabán.



La Alhóndiga. Centro cultural.

   Una degustación en el Horno del Abuelón, con las exquisitas pastas que elaboran y un vasito de mistela, nos dejaron el paladar dispuesto para la comida en La Gavilla, donde Jesús nos esperaba con un pisto impecable y una atención simpática y cercana.
 A la vuelta, quisimos pasarnos por San Carlos del Valle, para cerrar la excursión con un paseo por su plaza y la Iglesia: "El Vaticano manchego", declarado todo el conjunto de merecido Interés Cultural.
  Y sí, fue cuando estábamos llegando a Leganés, que la lluvia comenzó de nuevo a llamar la atención. Pero nos había dejado disfrutar del día, paró a tiempo con tremenda educación y respeto y por eso, tenemos que darle las gracias.
 Hoy, domingo, sigue lloviendo.
 ¿Lloverá en Infantes, en el Lugar de la Mancha?
 ¿Se oirá la lluvia tras los cristales de la celda del poeta?


La mesa de Quevedo, soporte de sus últimos versos:


                               "Ayer se fue, mañana no ha llegado.
Hoy se está yendo, sin parar un punto,
soy un fue y un será y un es cansado"



¿Hará  brillar la lluvia a Quijote y Sancho, allí, en medio de la plaza?

Amigos, hasta la próxima. 
Y gracias a Infantes y sus gentes.
Y a Andrés, Juani y MariMar, responsables de la Universidad Popular de Leganés.

Pura vida.



martes, 22 de noviembre de 2016

Encuentro radiofónico. Asorbaex. Por la igualdad.



En Leganés.
Nos reunimos un grupo de personas que la asociación Asorbaex citó para compartir una charla sobre la lacra de la violencia de género.
Se alargó  el encuentro por lo intenso del motivo.
Se amenizó con música del cantautor José Luis Pardo, para poder digerir mejor la impotencia y la rabia ante, todavía, semejante fallo humano.
Se alargó el momento porque nos encontrábamos bien conociendo a gente guapa y emprendedora. Por el intercambio enriquecedor de opiniones y experiencias.
Fue el I encuentro radiofónico de mujeres Girasol, por una vida digna en igualdad.
Ójala no hubiera que emplazar a nadie para celebrar el II.
Gracias a todas y todos.

Salimos de allí con esperanza.



Todos los participantes y los responsables de los encuentros.










Un momento de la charla.









viernes, 11 de noviembre de 2016

Cómo decir poesía, Leonard Cohen.




“No me considero un pesimista. Creo que un pesimista es alguien que está esperando que llueva. Y yo me siento empapado hasta los huesos”


Instrucciones para la confección de los poemas.
Decías:

"Por ejemplo la palabra “mariposa”. Para usar esta palabra no hace falta aligerar la voz, ni dotarla de pequeñas alas empolvadas, ni inventar un día soleado o un campo de narcisos, ni estar enamorado, ni estar enamorado de las mariposas. La palabra “mariposa” no es una mariposa de verdad. Está la palabra y está la mariposa. La gente tendrá todo el derecho a reírse de ti si confundes estos dos conceptos. No le des tanta importancia a la palabra. ¿Qué quieres transmitir, que amas a las mariposas con más perfección que nadie o que entiendes realmente su naturaleza? La palabra “mariposa” no es más que un dato. No te da pie a revolotear, elevarte, proteger las flores, simbolizar la belleza y la fragilidad o interpretar de alguna forma a una mariposa. No representes las palabras. No representes nunca las palabras. No intentes nunca despegar del suelo cuando hables de volar, ni gires la cabeza y cierres los ojos cuando hables de la muerte. No me mires con ojos ardientes cuando hables del amor. Si quieres impresionarme al hablar del amor, métete la mano en el bolsillo o debajo del vestido y acaríciate. Si tu ambición y tu hambre de aplausos te han llevado a hablar del amor, debes aprender a hacerlo sin desacreditarte a ti mismo ni lo que dices.
¿Qué expresión podría definir a nuestra época? Nuestra época no tolera expresión alguna. Todos hemos visto fotografías de madres asiáticas desoladas, así que no nos interesa la agonía de tus órganos achacosos. Nada de lo que puedas expresar con tu cara tiene parangón con el horror de nuestro tiempo. No lo intentes siquiera. Sólo merecerías el desprecio de los que han sido tocados en lo más hondo. Todos hemos visto noticieros con seres humanos embargados por el dolor y la desazón. Todos sabemos que comes como Dios manda y que hasta te pagan para que te subas a un escenario. Estás tocando para gente que ha vivido catástrofes, así que tranquilízate. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Todos sabemos que sufres. No puedes contarle al público todo lo que sabes del amor en cada verso de amor que digas. Hazte a un lado: la gente sabrá lo que tú sabes porque ya lo sabía. No tienes nada que enseñarles. No eres más hermoso que ellos. Ni más sabio. No les grites. No fuerces una entrada en seco. Eso es sexo mal practicado. Si muestras el contorno de tus genitales, entrega lo que prometes. Y recuerda que, en el fondo, la gente no quiere acróbatas en la cama. ¿Qué necesitamos? Estar cerca del hombre natural, estar cerca de la mujer natural. No quieras ser un cantante venerado por un público numeroso y leal que desde siempre ha seguido los altibajos de tu carrera. Las bombas, lanzallamas y demás mierdas han destruido algo más que árboles y poblados. También han destruido los escenarios. ¿Acaso creías que tu profesión iba a escapar de la destrucción general? Ya no hay escenarios. Ya no hay candilejas. Estás entre la gente, por lo tanto sé modesto. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Quédate solo. Quédate en tu habitación. No montes un número.
Se trata de un paisaje interior. Está dentro y es privado. Respeta la intimidad de tus textos, pues fueron escritos en silencio. La valentía de la interpretación es decirlos. La disciplina de la interpretación es no violarlos. Deja que el público sienta tu amor por la intimidad aunque ésta no exista. Sé una buena puta. El poema no es un slogan. No puede promocionarte. No puede fomentar tu reputación de sensible. No eres un semental. No eres un ladrón de corazones. Tanto gangster del amor y tanta tontería. Eres un estudiante de disciplina. No representes las palabras. Las palabras mueren cuando las representas, se marchitan, y no nos queda más que tu ambición.
Di las palabras con la precisión exacta con que comprobarías la ropa de tu colada. No te conmuevas con una blusa de encaje. Unas braguitas no tienen por qué ponértela dura. No tiembles al ver una toalla. Las sábanas no han de dibujar una expresión de ensueño alrededor de tus ojos. No hace falta que llores en el pañuelo. Los calcetines no están ahí para evocarte extraños y lejanos viajes. No es más que tu colada. No es más que tu ropa. No seas un mirón escudriñando a través de ella. Limítate a llevarla puesta.
El poema es mera información. Es la Constitución de la patria interna. Si lo declamas y lo hinchas con nobles intenciones, no eres mejor que esos políticos que tanto desprecias. No haces más que agitar una bandera y llamar patéticamente a la patriotería emocional. Piensa en las palabras como ciencia, no como arte. Son un informe. Es como si dieras una conferencia en la Federación de Montañismo. Las personas que te escuchan conocen todos los riesgos de la escalada, y te honran dando por sentado que lo sabes. Si se los pasas por la cara, estás insultando la hospitalidad que te ofrecen. Infórmales de la altitud de la montaña, describe el equipo que utilizaste, especifica el tipo de superficie y fija el tiempo que duró la escalada. No busques dejar al público boquiabierto. Si el público se queda boquiabierto, no será debido a tu apreciación de los hechos, sino a la suya. Tu mérito estará en la estadística y no en las inflexiones de tu voz ni en los ademanes enérgicos de tus manos. Estará en los datos y en la tranquila organización de tu presencia.
Evita las fiorituras. No temas ser débil. No te avergüences de estar cansado. Tienes buen aspecto cuando estás cansado. Parece como si pudieras seguir y seguir sin parar. Y ahora ven a mis brazos. Eres la imagen de mi belleza".



Y tu música:






Leonard Norman Cohen
Montreal, 21-09-1934/10-11-2016

Descansa en paz maestro.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Cualquier día, cualquier lunes.

Date prisa
que no quiero que llegues tarde,
abrígate más,
no te pongas esas botas,
lo hago por tu bien,
si yo no mirara por ti,
luego cuando llegues,
y no vengas tarde,
lo hacemos,
no, no me digas que no quieres,
si luego te gusta,
bien que te gusta luego,
no me digas que no,
o me vas a decir que no te gusta,
hoy me apetece comer judías,
estira bien las sábanas,
que sabes que no puedo dormir con arrugas,
deja, no cojas el teléfono,
ven que te de un beso, 
cómo me gustas, 
anda vete que si no no respondo,
ves qué bien cuando haces lo que debes,
si es por tu bien.

Si yo no mirara por ti.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Voy a dormir.



Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.

Ponme una lámpara en la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.
A. S.








¿Y si me escapara por  alguna esquina,
cualquier noche de éstas? 
¿Y si me dejara llevar
por esa idea que me salta a los hombros
con tanta, tanta insistencia?  
¿Si decidiera, por fin,
salir de la obra? 
En silencio y aprovechando
cualquier lluvia.
  

Ya he vivido lo suficiente.

Tuve una infancia de colores
suaves,
y caminé por la juventud
subiendo y bajando por todos los toboganes
que me salían al paso.

Dudé una tarde y me mojé las botas 
de barro y caca de perro.
Abrí puertas cerradas
y cerré otras que se habían abierto para invitarme.
No huí cuando me avisó
aquel dolor en el costado
y esa cobardía me aplastó
y me dejó sin brillo el pelo
y los ojos descreídos para siempre.

Tuve grandes placeres,
me creí mejor,
pero me quise poco y no saqué las botas
del fango.
Me acostumbré.
He utilizado llaves prohibidas
y no grité cuando era eso
lo que me hubiera salvado.

Tengo ganas de escapar,
aunque sea tarde,
salir de la obra,
descansar tras las bambalinas,
arropada.
No mirar atrás.
Correr, aunque ya no sirva
para nada.
Detener aquí la novela
ya escrita y cambiar el final
a mi antojo.

Sí, cualquier noche,
en cualquier esquina,
aprovechando que no miran,

me dejaré llevar.  
En silencio.    





*Imagen tomada de la red.                                    

sábado, 22 de octubre de 2016

Malas coordenadas. Manolo.

     




Imagen tomada de la red.

    Nunca se imaginó que entrar en aquel bar de mala muerte, decadente y lóbrego y a esas horas de la noche, fijaría, irremisiblemente, su cruce de caminos.
       Que se decidiría un capítulo inesperado y concluyente en la novela de su puta vida.
      No hacía mucho que se había enviciado con el tabaco. Fue a raíz de que la golfa de su novia se la pegara con el Méndez. De eso hacía ya por lo poco seis meses. Se agarró a los cigarrillos como un asmático a la mascarilla de oxígeno. Tres o cuatro cajetillas diarias se fundía y sin ponerse colorao. Sin contar su apego a otras adicciones.
     Cuando llegó a la habitación de la pensión buscó en el armario del baño donde siempre guardaba un paquete para las emergencias. Pero recordó que lo había cogido la semana pasada cuando se fue con su compadre a Torrevieja a hacer un porte. Valiente cabrón, contaba con que le daría algo por la compañía y sólo sacó la cabeza caliente y los pies fríos. De Hortaleza al mar hablando de su mujer y de la suegra. A la vuelta se pagó una paella y media botella de vino peleón y para de contar.  
     Con la urgencia del pitillo se tiró a la noche. La de aquel asqueroso y lacio mes de Noviembre era más oscura de lo normal y el bar de la esquina cerraba los miércoles.
      Se llegó hasta el del final de la calle, aquel tan guarro y sospechoso que hasta a él le daba dentera entrar.
     Dentera por decir algo fino, le tocaba los cojones vérselas con aquella fauna de letrina.
     Pidió un tercio y se dirigió a la máquina.
     La tele daba una corrida de toros de otros tiempos.
     Al fondo, una pareja discutía delante de una mesa sembrada de quince o veinte botellas vacías de cerveza.
     Con la cajetilla en el bolsillo se calzó de un trago la bebida y dejó caer un billete en el mostrador. Tenía prisa por tumbarse delante de la tele con una botella de vino, unos cigarros y sus pensamientos.
    Cuando vio reflejada en el espejo a la mujer que se levantaba, estirándose y recolocándose las tetas dentro del sujetador y al Méndez, con un palillo en la comisura de la boca, mirándole con esa chanza de matón barato, toda la niebla espesa de la noche se le encajó inmisericorde en la garganta.
      Agarró la botella por el gollete y la estampó contra la barra. 
     La Tere no se merecía ni los buenos días pero a él, al hijo de su madre, un mamón de medio pelo no le dedicaba mensajes con los dedos amorcillados y puercos de su mano derecha.


Leonardo Parcas.
Malas coordenadas.

jueves, 13 de octubre de 2016

Taller de escritura creativa. Ludolingüística y sonrisas.




     Nota para mi gente guapa, para los amantes de las palabras, para los que las paladean y se les colorean los labios con el jugo de las frases acertadas.


      El grupo de los lunes está completo.


      Quedan plazas los jueves por la mañana o los martes por la tarde.

     El curso acaba de empezar y ya tenemos locos, adictos, fanáticos de los escritos mutilados o de los poemas visuales, de los cadáveres exquisitos o de los inventarios fútiles. De las historias.

      Enamorados de la pluma.

      Ebrios del olor del papel sin estrenar.

      Nos llamamos escritores. Nos sabemos privilegiados.

      Te esperamos.