martes, 28 de noviembre de 2017

Haro y la luna.

     Acabo de recibir los ejemplares que me ha enviado Diversidad Literaria, como premio por resultar finalista en su concurso de poesía breve. 
      Pedían un poema de diez líneas sobre la Luna, y yo me decanté por enviar una décima que hablase de ella y de mi perro Haro, al que tanto le gustaba mirarla.
      Pues eso.






lunes, 6 de noviembre de 2017

TENEMOS VISITA

     TENEMOS VISITA , es una nueva sección del taller de Escritura Creativa y Ludolingüística Asiole Dorpa.
     El mes pasado nos visitó la escritora Margarita García Gallardo y compartió con los talleristas su método de trabajo, sus proyectos, su trayectoria y su sonrisa.
     Esta tarde ha sido el poeta leganense Santiago Gómez Valverde el invitado. Un goce.



     Ha contestado a nuestras preguntas, nos ha dado la primicia de su próximo libro, nos ha regalado La palabra y el tiempo y un par de canciones acompañado de su guitarra, ha recitado sus poemas:

Este roble nació para ser silla.
Este átomo de luz para ser alba.
Esta noche para amueblar tus ojos.
Este silencio para ser palabra.
Esta memoria para ser olvido.
Esta sonrisa para ser espada.
Esta boca para esculpir tu nombre.
Este camino para ser distancia.


     La tarde nos supo a poco, el tiempo, ajeno a nuestro deleite, no nos concedió una tregua y tuvimos que dejar el juego de las palabras y el olor de la música. 
     Le emplazamos para otro día y no lo ha dudado.
     Desde aquí le doy las gracias. Por poeta, por artista y por amigo.

El poeta con Toñy y María.

Santiago se quitó su sombrero para dejarme protagonismo.

El mes pasado con la escritora Margarita García Gallardo.

Nota. Me dicen que haga mención al riquísimo y poético bizcocho de nueces que nos trajo Magda. Pues dicho queda.






jueves, 2 de noviembre de 2017

La metamorfosis de la luna.

     



      Si yo hubiera sabido que te irías, hubiera cosido con puntaditas pulcras y rotundas tu sonrisa en el borde de mi falda, hubiera guardado más instantes en ese cajoncito de la memoria que te reservo, momentos de lunes robados, encuentros fugaces que nos regalábamos para mirar  juntos la metamorfosis de la luna, besos rápidos o lentos, todos los besos.
     Aún tengo, en el hueco de las manos, la intensa presión de las tuyas, aún te huelo.
     Si yo hubiera sabido que te irías, hubiera llorado aquella tarde de miedos y de prisas, te hubiera pedido tiempo, más sol, más tardes ociosas, más recuerdos, te hubiera pedido un hijo.
     Si  hubiera sabido que te irías, hubiera deseado no conocerte, no jugar al amor, no haber descubierto esas grutas luminosas donde me llevaste, no saborear la ambrosía de la pasión; hubiera escapado hacia otros bosques, más sombríos quizá, pero menos inmensos, más llevaderos, lugares comunes, con árboles caducos de raíces escondidas, caminar de noche.
      Si hubiera sabido que te irías te hubiera robado la risa y la chispita oscura de tus ojos, esa mirada lasciva y hambrienta que me ofrecías, te hubiera saciado más, me hubiera muerto más veces entre tus brazos. Tendría un hijo entre los míos.
     Ahora, miro hacia el horizonte, sin montañas ni bosques que me regalen futuros.  Sin lunas. Ahora hace frío.

       No nos veremos morir.




*Imagen tomada de la red.