sábado, 4 de diciembre de 2021

El ruido del silencio.

 “Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo…”

Cuando Ella le entregó aquellos folios manuscritos para que pasara a limpio la historia de su vida, la escritora estaba inmersa en el caos de escribir su novela. Su madre había muerto, había que desalojar la casa familiar, revisar los apuntes pergeñados durante la estancia en el hospital y, sobre todo, asumir la sorpresa del hallazgo de aquellos cuadernos de la bisa, tan golosos y desconcertantes.
Y ese amor de última hora y ese vacío que no conseguía expurgar.
Y ese silencio que no podía dejar de escuchar.
Y esa búsqueda.