domingo, 17 de febrero de 2019

Hoy no es lunes, Jack



¿Ya estás preparado, Jack? ¿No te cansas nunca?
   Hoy no hay salida intelectual, esta mañana nos vamos a patear la avenida, a abrazar árboles desnudos, a respirar el comienzo de una nueva primavera. A rebajar algo de cintura para los inminentes carnavales.
  Ya hemos tenido en estos últimos días encuentros literarios y culturales, no tendrás queja. Que si la tarde guapa con las mujeres de la biblioteca de Villamanrique; que si el encuentro poético en la Casa de Extremadura, invitados por su presidente Jesús Fersán; que si el concierto en defensa de la infancia, donde saludamos a nuestros amigos: Fran Rojas, su música y su simpatía: "Tira los dados, apuesta, a veces sale bien". La elegancia del Coro Acordes de San Nicasio; la poesía de Miguel Osa: "A veces vas con todo,/ como si no fuese bastante./ A veces vas con miedo,/ como si fuera más seguro". El carisma y la belleza de la música y letra de Damdara: "Déjame, que quiero conquistar la vida con los pies, que sangren y laman heridas, como ser testigo y culpable a la vez..."
   Cervezas con unos y con otras, salidas, (a veces de tono), en fin, que ya puedes ir saliendo del escondite del bolso y vamos a mover el culo.

   Mira, ya tengo las zapatillas de huir puestas y con doble nudo.
   Vamos.


   Ya de vuelta Jack. ¿qué te ha parecido? Según mi entrenador personal don Runtastic, hemos recorrido 6,5 kilómetros y hemos quemado 496 kcalorías. 
Bueno está.
  Ahora, cuando lleguemos a casa, vamos a rematar la faena con un baile loco al son de, por ejemplo, Sex bomb, de nuestro amigo Tom Jones y ya lo bordamos.

    Mañana sí, querido Jack, mañana ya es lunes.
  Y tendremos visita en nuestro taller de escritura creativa y ludolingüística Asiole Dorpa. Recibiremos a la escritora María del Carmen Aranda. 

   Ándale!


viernes, 15 de febrero de 2019

He llegado a la meta.




¿Y si me escapara por alguna esquina
cualquier noche de éstas?
¿Y si me dejara llevar
por esa idea que me asalta
con tanta, tanta insistencia? 
¿Si decidiera, por fin,
salir de la obra?
En silencio y aprovechando
cualquier lluvia.
Me da por pensar,
últimamente,
que ya he vivido lo suficiente.
Tuve una infancia de colores
suaves,
caminé por la juventud
subiendo y bajando por todos los toboganes
que me salían al paso.
Dudé una tarde y me mojé
las botas de barro y caca de perro.
Abrí puertas cerradas
y cerré otras que no debí cerrar.
No huí cuando me avisó
aquel dolor en el costado
y esa cobardía me aplastó
y me dejó sin brillo el pelo
y los ojos descreídos para siempre.
Tuve grandes placeres,
me creí mejor,
me quise poco y no saqué las botas
del fango.
Me acostumbré.
He utilizado llaves que no debía
y no grité cuando era eso
lo que me hubiera salvado.
Tengo ganas de escapar,
aunque sea tarde,
salir de la obra,
descansar tras las bambalinas.
No mirar atrás.
Correr, aunque ya no sirva
para nada.
Detener aquí la novela
ya escrita y cambiar el final
a mi antojo.
Sí, cualquier noche,
en cualquier esquina,
aprovechando que no miran,
me dejaré llevar.
(Del poemario Piel)

viernes, 1 de febrero de 2019

En carne viva.

No lloro fácilmente. O lloro por cualquier partícula de vida, en cualquier momento del camino. Pero no soy de lágrima fácil.
 Sin embargo hoy, sin saber el motivo, estoy llorosa. Disfruto con las nauseas de llanto. Me explayo. Me regocijo. Lo provoco. 
 Me miro en el espejo y ensayo otros hipos. 
 Hoy me he levantado sin piel. 
 En carne viva. Será por eso.