lunes, 5 de enero de 2015

De ansias y sosiegos. Dia 5.


5. El escritor.

"¡Ay que trabajo me cuesta quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire, el corazón
y el sombrero".

Eso dice la canción. A mi me pasa lo mismo con las palabras, con la historia que me bulle en la cabeza durante la noche, la que intento recordar en la ducha, con los dientes apretados y los ojos amusgados para encontrar el extremo del hilo del que tirar para hilvanar los trocitos y completar la obra.
¡Qué trabajo me cuesta!
Si anoche, eran las cuatro y cuarto, que miré el reloj, la tenía totalmente pergeñada!
Si me dieron ganas de saltar de la cama y, descalza y todo, llegarme al estudio y colocar, negro sobre blanco, el hallazgo!
Si incluso pensé, ya entre sueños: ésta no se me olvida, vaya relatillo, qué pedazo de poema acabo de encontrar, aquí, entre las sábanas, sin esfuerzo, como una experta zahorí, a lo tonto!

Una obsesión. Un sinvivir.
Una locura.

Y esta mañana, mientras revisaba los mensajes de mis amigos, le daba un vistazo a las últimas noticias de este mundo y acababa el segundo café, mi perro, ¡oh casualidad! ¡qué cosas! me trae, apretadito entre sus diminutos dientes, una hoja prendida entre las cientos de miles que alfombran el suelo de mi estudio.


Me la tiende, la leo. 
Una locura.
Miren:

El escritor es el paciente más loco
del internado.
El más peligroso
e imprevisible.
Tiene brotes suicidas
y sufre invasiones
de frío.
Se consume en un rincón.
Siempre ausente.
Mira hacia algún lado
con mirada opaca,
buscando.
Es el paciente más loco
e imprevisible.

Cuando encuentra la palabra huida,
requiere atención
 inmediata.

Después llega la calma.
                        Sólo entonces sonríe.


Imagen tomada de la red.


Me rindo. Le pongo la correa azul con dibujos de huellas, y salimos al resplandor de la mañana. A que nos dé el aire.
Que falta nos hace.
Sólo entonces sonrío.

4 comentarios:

  1. Lo intentaré Mari Carmen, pero contigo también, si es posible. Besos locos.

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  2. Ay que trabajo me cuesta, leerte como te leo.
    Una bromilla en el 5º día del año. ¡Un placer!

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  3. El placer es mio. Pero, es broma?. Venga. Nos vemos... unas cañas?

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