lunes, 27 de abril de 2015

De ansias y sosiegos. Romería de San Marcos.

118. De juncias, tomillo y romero.



    El sábado 25 de Abril nos fuimos de romería. A la localidad toledana de Méntrida.
    Siguiendo una tradición ancestral, se celebra allí la romería de San Marcos, aunque no es el santo evangelista el que llevan en procesión los mentridanos, sino una imagen de la Virgen de la Natividad.



    La llevan desde la Iglesia hasta el Monte Berciana, que fue donde, supuestamente, se apareció a un pastor. Allí se celebra, en una pequeña ermita, una misa y después del reparto de "la caridad", unos panecillos con la imagen de la Virgen, unos niños danzantes, con un traje original y vistoso, bailan entre el sonido de la música y las puntillas de sus enaguas.


   Con el aperitivo, los paseos a través de las atracciones de la feria y los saludos a conocidos, llega la hora de la comida. Y la paella se crece lentamente, con el calor de los sarmientos y las miradas lascivas del hambre compartida.


Cafés, chupitos de hierbas reparadoras. Charlas distendidas y eternas.


     El olor a juncias, tomillo, lavanda y romero se expandía desde los arcos que jalonaban todo el paseo y las calles del pueblo. Luego pasaría la comitiva con la Virgen bajo ese palio natural y aromático.

     Y cuando la tarde se vencía al empuje insistente de la noche y la lluvia, recogimos las mesas, las sillas y los restos de las viandas y nos refugiamos en el coche, que, resignado o con alivio enfiló el camino de vuelta a casa.
    Al llegar, guardamos los panecillos en la parte inalcanzable de la despensa, a la espera del relevo de la caridad del año que viene. A la espera. Siempre a la espera de algo.
    De todo. De más.
    Ahora ya es noche cerrada, el lubricán hace rato que dio la vuelta a la esquina del último bloque.
    Yo, con una copa de vino tinto de Méntrida, me despido de la experiencia, de la jornada, de los amigos dispuestos y del día, ya caduco, del almanaque.
    Haro, me acompaña, adormilado, entre los cojines antiguos de la mecedora verde. 

2 comentarios:

  1. Ayer, llegué al reparto de "la caridad" yo también. está buenísimo. Tú que eres profe dime, ¿como digerirlo? De momento, lo guardaré entre las hojas de mi libro favorito. Tomaré pequeñas dosis, para no descolocarme. Después lo compartiré. GRACIAS. Un beso.

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    1. Entre las hojas de un libro siempre estará a salvo. Y, a mano, para cualquier momento de debilidad. Un abrazote.

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