viernes, 10 de abril de 2015

De ansias y sosiegos. ¿Para qué sirve el latín?

100. Curiosidad. Cogito, ergo sum.





   "En los últimos años del franquismo se pretendió desterrar el latín de los planes de estudio, una propuesta a la que se opusieron con rotundidad los estamentos universitarios.
  En plena controversia, un día, José Solís Ruiz, ministro secretario general del Movimiento, coincidió en un acto público con Adolfo Muñoz Alonso, rector de la Universidad Complutense.
   Solís aprovechó para pedir al profesor que le explicara algunas de las utilidades del estudio del latín.
   Sin inmutarse, Muñoz le respondió: -Entre otras cosas, para que a los nacidos, como usted, en Cabra, (Igabrum, en latín), se les llame egabrenses y no otra cosa".



Os deseo un viernes de lujo.
Se me ha ocurrido subir esta anécdota para celebrar el encuentro número 100.
Ex corde.
Pues eso.



4 comentarios:

  1. Llegaste a los 100. Disfrutaste en carnaval. Bailaste tango. Evocaste a Moustaki. Escalaste el Machu-Pichu. La soga es invisible. Has enviado ramos de olas y besos de sal. Has volado con las gaviotas en el mar de Gandía. Imita a "Matilde" despacio, pero llega siempre. Alea jacta est 101.

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    1. Alea jacta est. Nunca mejor dicho amiga. He pasado un Rubicón, faltan más. Decisiones, dudas. Ya veremos, pero con personas como tú al lado, hasta hay esperanzas. Abrazos tiernos.

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  2. Felicidades por esos 100, amiga; siguete despojando de pétalos de ternura el corazón y derramándoles en esta página para que paseemos nuestra mirada por la belleza que también se prodiga en tu interior.
    P O F

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    1. Muchas gracias poeta. Seguiré siempre que os vaya adivinando entre las matas del camino. Un abrazo tan grande como tu poesía.

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