martes, 14 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. El extraño cliente del café de Oriente.

195. Madrid oculto.






     A finales de los años 1990, el elegante Café de Oriente, en la plaza del mismo nombre, tuvo un cliente de los más peculiar. A este comensal, le gustaba permanecer durante horas en el café sin pedir nada. Cuando se iban los otros clientes, se comía los restos que dejaban en sus platos.      En ocasiones, cuando le daba la gana, se ponía a cantar a todo pulmón, dándole igual quién estuviera a su lado.
      Si tenía sed, bebía del grifo de la barra y cuando se quería lavar usaba el fregadero, y, además, si hacía frío, se quedaba a dormir dentro del local.
     Afortunadamente este cliente no era un desvergonzado vagabundo, sino un simpático gorrión que conquistó los corazones tanto de los comensales como del personal que allí trabajaba, conviviendo con ellos durante unos tres años.
    El pajarillo, por las mañanas, acostumbraba a posarse fuera del local en una de las farolas en forma de bola que cuelgan de la fachada.
    Esperaba pacientemente hasta que alguien entraba, y aprovechando la apertura de las dobles puertas del local entraba volando.
     Allí se quedaba todo el día, picoteando y cantando.
   A la hora de cerrar, según su estado de ánimo, igual se iba o se quedaba tan plácidamente en el café hasta la mañana siguiente.
    Un día, el pajarito se fue y nunca volvió. 
   Los propietarios, encariñados con él, y para recordarle, decidieron colgar en la pared, justo al lado del aplique donde solía posarse, una foto de él y un recorte de prensa que trataba sobre este entrañable cliente.
     Este pequeño homenaje sigue exhibiéndose en el café y se puede ver en el saloncito a la derecha, al final de la barra.



¿A que es una bonita historia?
Pues eso.
Ha salido a colación porque me han invitado a comer allí. ¿Os acordáis de mi amigo Mario, al que le tocó una esquinita de la lotería? ¿El que me invitó a desayunar y a un té en el Ritz, allá por Enero?
Sí, mirad, os lo recuerdo....

http://pardocastroeloisa.blogspot.com.es/2015/01/de-ansias-y-sosiegos_10.html

http://pardocastroeloisa.blogspot.com.es/2015/01/de-ansias-y-sosiegos-las-tardes-del-ritz.html

Y le he dicho que, cuando reserve, pida la mesa número 9. Un capricho.
Ya os contaré, y feliz martes... pajarillos.



*Historia extraída del libro Madrid oculto.

2 comentarios:

  1. Muy dulce la historia, se acomodó tanto, que un día aprovechó su libertad. Nunca viene mal un té en el Ritz. por unos momentos cambias la mirada. Un abrazo.

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    1. El té de bergamota me supo a gloria, a ver ahora lo que me ofrecen en el Oriente. Me gustará, seguro. Ya te lo digo. Besotes a la carta.

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