lunes, 13 de julio de 2015

De ansias y sosiegos. El collar de la paloma.

194. Sobre el amor y los amantes. Ibn Hazm  de Córdoba.




    Ibn Hazm, cuando la capital del Califato había sido saqueada y medio derruida por los bereberes de África, después de sufrir cautiverio, se retiró a Játiva (Valencia), ciudad floreciente y notable. Allí, probablemente en el año 1022, a instancias de un amigo, escribió este tratado. 
    Sólo por complacer a su amigo se apresura a tomar la pluma y satisfacer así su deseo, aunque reconoce que el asunto del amor es poco importante y del todo liviano, pero cree que no está de más permitirse alguna frivolidad. Componer el libro quizá le sirvió de consuelo en el destierro de Játiva, porque la creación literaria suele ser a menudo lenitivo para el corazón lacerado por la amargura y el dolor.



     Ibn Hazm fue un erudito que redactó escritos filosóficos, jurídicos, históricos, teológicos y una historia crítica de las ideas religiosas. Pero la obra que ha adquirido más renombre es El collar de la paloma. Este estudio realista y elegantemente escrito acerca del amor y las costumbres en los usos amorosos hispano-árabes del siglo XI, constituye un fiel reflejo de su época.  



De "Sobre quien se enamora por oír hablar del ser amado":
¡Oh, tú que me censuras porque amo

a quien no han visto mis ojos!
Te excediste al pintarme
como muy propenso al enamoramiento,
porque dime: ¿Conoce alguien el paraíso
si no es porque le hablan de él?



 De "Sobre quien se enamora por una sola mirada":
Pecaron mis ojos moviendo esta angustia de amor en mi corazón,

y mi corazón envió las lágrimas para vengarse de los ojos.
¿Cómo encontrar justas estas represalias del llanto,
cuando anegan las pupilas con sus fluidos torrentes?
Antes que la viese nunca la encontré para conocerla,
y el momento en que la vi fue nuestro último encuentro.





 De "Sobre la correspondencia":
Duro es hoy para mí romper tu carta.

Pero, en cambio, el amor no hay quien lo rompa,
y mejor es que dure el amor y que se borre la tinta,
pues lo accesorio debe sacrificarse a lo principal.
¡En cuántas cartas está la muerte de quien las escribe,
sin que éste lo supiera cuando las trazaban sus dedos!



De "Sobre la contradicción":
Cuando logre que mi alma alcance sus deseos

de esa gacela que no cesa de atormentarme,
tanto me dará su aversión como su sumisión,
e igual será para mí su cólera que su contento.
Cuando encuentro agua, he de apagar con ella
el ardor de la brasa de tamarindo.






De "Sobre la lealtad":
Ningún mérito tiene guardar un secreto a quien lo guarda,

sino guardárselo a quien él mismo lo publica.
Es como la generosidad espléndida, que es más sonada
cuando la dádiva es rara o el donante es avaro.




¡Cuántas vueltas di en torno del amor, hasta caer en él, como la mariposa en la luz!

Feliz lunes.
Me alegro de contar con vosotros.



2 comentarios:

  1. ¿Qué resplandor hace vibrar a veces, aún sin haber llegado su luz.? Misterios del amor o del mundo. Pero, es fantástico, me ha gustado, hay que leerlo varias veces. Buena tarde.

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    1. Misterios, siempre misterios. El collar de la paloma, super extenso y que abarca muchos sentimientos lo escribió con 28 años. Vaya tela. Buena tarde. Besotes.

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