viernes, 19 de junio de 2015

De ansias y sosiegos. El hedor de la cobardía.

171. Para Rosa. Hoy.



    Te pones triste, Rosa, cuando te llega el recuerdo de un día de tinta; se te sube la lluvia a los ojos y los labios se tensan un poco, de impotencia.
    Ha pasado tanto tiempo, Rosa, que deberías dejar que aquella esquirla de la vida se diluya en el olvido, seguro que te ha enriquecido, doy fe de la belleza que demuestran tus ojos.
   Las que te hicieron daño ya habrán purgado por ello y nunca podrán ocultar su maldad ni su vileza, se les descolgará por las esquinas de la boca cuando intenten sonreír, sin lograrlo.
   ¿No crees que te hicieron un favor?
   Te  hicieron resistente y amable; con la tinta, te inocularon cortesía y honradez, a ellas se les quedó rezagada la gracia en aquellos pupitres de madera oscura.
   En  tus dedos hay tinta transparente, estira las mano al futuro, con la cabeza alta y los ojos clavados en el horizonte. Allí, Rosa, no hay trampas, allí podrás escribir con esa tinta indeleble y blanca la historia del resto de tu vida.
    Aquel día quizá no existió, si tú lo deseas.
  Aquel día te hizo fuerte, te dio suerte para vivir los demás con sabiduría.
   Te manchó de experiencia para discernir los peligros de las personas negativas y nocivas y, de ese modo, cimbrear el destino a tu gusto y, en la senda que recorrer con tu gente, la que te quiere y quieres, saber sortear las piedras que estorban y pisar sólo la hierba fresca.

   Rosa, mira tus manos, tienes los dedos limpios.



   Nota.
   Una amiga sufrió un día el sabor de la humillación y el desprecio.
   Tinta, pupitres, uniformes, manos manchadas, burla, silencios. 
   Aún lo lleva colgado en algún pespunte de su falda.
   Charlamos, a menudo, para arrancarlo.
   Pero es difícil.
   Intento decirle que la pena es toda de aquellas niñas.
   Que nadie puede hacernos daño sin nuestro consentimiento.
   Que perdone.



2 comentarios:

  1. La crueldad de algunos niños/as en clase, siempre me ha rebelado. No veo tan difícil señalar a los culpables. Ahora aquello pasó, el pasado se marchó ya no está. Hoy disfruta del último día de Primavera, además tenemos un segundo más de tiempo añadido. En ese último segundo ¡saca esa espina arrúgala y que vuele lejos¡ Hay cosa que no merecen la pena. Os deseo un buen día con morriña sevillana. Besos.

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    1. Ya de vuelta. Fin de semana intenso y bien aprovechado. Vuelta a la cita diaria. Ya mismo. Besotes.

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