jueves, 11 de junio de 2015

De ansias y sosiegos. De centones y poesía.

162. Jugando con las palabras.



   
 Uno de los últimos trabajos que hicimos en el taller de escritura creativa fue un acercamiento a los centones y las jitanjáforas.

    También jugamos con las palabras en otros soportes que no fueran los cuadernos y llevamos a clase rollos de papel higiénico llenitos de poemas e historias, escritos con tinta de colores alegres y con dibujos en los márgenes. 
      Los leímos subidas a las sillas, dejando caer los pliegos al aire, como sacerdotisas guapas en un sanedrín.
    Coloco esta mañana, aquí, en vuestra casa, un par de ejemplos de centones,(composiciones hechas con versos de varios poetas), leedlos con los ojos cerrados y con toda la felicidad que os quepa en el alma. 
      Yo invito.


Una vez dije amor
y la pianola llovía entre sus dedos,
panecillos de música.
Y los cielos se rasgaron para dejar paso
a mil tormentas voraces.
Y las aves picoteaban invisibles cánticos.
Una vez dije amor,
con sonrisas apagadas en dientes de leche
y las aguas de océanos antiguos se abrieron.
Y la tarde se constriñe, hasta alcanzar
la altura leve de una gaviota.
Para que tú cruzaras triunfante al otro lado,
el manantial insomne de la luz
parpadea el acorde de la noche.
Si, una vez dije amor, y tú reías*.

*Del poema La pianola, del libro Fuga de ideas, de Santiago Gómez Valverde
*Del poema Una vez dije amor, de Los pecios del naufragio, de Eloísa Pardo Castro.
(El poema resultante es de Tony Gaitán, excelente escritora, mujer y amiga).



(Y el siguiente, es de Elvira de la Osa, mujer vital, expresiva, valiente y guapa. Alma máter del taller de escritura).



Pero al tomar el sueño con tu mano,
ya no pido los besos de tu boca.
De vez en cuando sueño con tus ojos,
yo creo que no existes.
Cuando , a veces, metida en un mal sueño,
quiero incendiar la luz de esta mañana,
aunque parezca que estoy adormecida,
le pediré que mire, pero que no hable.
Ya no le pido nada, nunca le pediría.
La luz de la memoria es el olvido.
Es muy difícil mejorar las cosas,
en la sala de espera de tu boca,
perder aquel amor era una lástima.
Hoy no me sale nada, por culpa de quererte,
llegó la noche cargada de alfileres,
no la mires, no la oigas, no la gustes, no la inhales,
que duermas bien querida amiga ausente,
boca sin voz, a la que ayer besaba*.

*Del poemario "Fuga de ideas", de Santiago Gómez Valverde; del poemario "Cuando pongo Te quiero", de Rafa Dedi y del poemario "Las sombras del camino", de Primitivo Oliva Fernández.


Me encantan.
Los poemas y mis chicas.

    Me voy a dar una vuelta por la avenida con Haro; hoy nos toca andar mucho; andar hasta casi tocar el horizonte; andar hasta que encontremos; andar y hablarnos, los dos solos, de ese secreto que compartimos.
    Que este jueves os deje un sabor de nostalgia entre los labios.
Y sed felices.


4 comentarios:

  1. Que riqueza de vocabulario. Nunca había visto, escrito o leído esas palabras centones y jitanjáforas.
    Contigo cada día es un APRENDER.
    En cuanto a loo poemas y las poetas (¿o poetisas?) inconmensurables... como su enseñante.
    Abrazos

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    1. Inconmensurable es tu amistad. Poeta, siempre poetas. No me gusta poetisa. A que son fantásticas? Como tú con tu antilipograma.
      Besotes y palíndromos.

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  2. He contestado a la entrada de ayer, pero de todas maneras. ¡Muy bonito.!
    Gracias. Me he relajado, me he llenado de mar y he escrito, aún sigo escribiendo.¿ Hoy todo bien? Descansa. Beso.

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    1. Hoy todo bien. Faltabas tú. Tengo tu diploma, muy merecido. Nos vemos pronto. Llénate de mar. Y trae en los bolsillos lo que puedas. Besotes.

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