miércoles, 5 de agosto de 2015

Las cuitas de Asiole. Dia 17 y continuamos.

217. De oca a oca.

     Mirad la foto que me envía mi amiga. Sin ningún comentario. A palo seco. Ni idea de dónde se encuentra.


      Mi señora tía llegó ayer casi a medianoche, como la Cenicienta, pero con los dos zapatos. Eso sí, contentilla y partiéndose de risa porque se había dejado "olvidado" el monedero. No os quise decir ayer que se lo dejó adrede, porque no fuerais a pensar que tengo malas ideas. Pero al loro. Ya os contaré más despacio.
     Ahora a lo nuestro.
     Estaba limpiando lo dorado de la puerta de entrada cuando salía Larios, tan contento porque Edison está estupendamente, la analítica ha dado que la enfermedad está parada. Yo también me alegro. 
    Larios es informático, pintor y trovador. Tengo un cuadro suyo en el pasillo. Me lo regaló cuando el perro "mojó" el ascensor. -Por las molestias-, me dijo. -Molestias ninguna-, le contesté. Quiero mucho a Edison y eso le puede pasar a cualquiera. Pero acepté el cuadro. Es precioso.
    Y Larios un hombre encantador. Vive con su compañera Susana, su hijo Arturo y su padre, Miguel, cuando está en la ciudad, porque resulta que este hombre, con sus casi 80 años, es un viajero compulsivo y perpetuo. No creo que exista un país que no haya pisado.


     Siguiendo con las presentaciones, en el tercero izquierda viven Juani y su hija Mónica; la madre es crítica gastronómica o inspectora, que no sé bien como se les llama, pero visita restaurantes y prueba las comidas, para luego, según su informe, concederles las estrellas Michelín. Su hija es bióloga y, cuando puede, acompaña a su madre en su periplo gastronómico.
    Tengo que dejarlo aquí, mañana acabo, os lo prometo, pero me tengo que poner en marcha. Mira, acaba de llegar Luis con un montón de cartas y un telegrama,¿para quién será? Mal rollo.
    Hasta mañana familia.
    Procurad no olvidar nunca la sonrisa.
    Nunca.

2 comentarios:

  1. Hola. En qué parte de su mente, guarda tanto? Estoy alucinada, menudo aliciente me he buscado para este veranito¡ Asiole, le doy las gracias, la sonrisa no es perenne, pero la mantengo. Un abrazo y buen día.

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    1. Ay, hija si yo no invento. Las historias me vienen solas. Y eso que tengo unos vecinos de lo más normal. Si le contara las vicisitudes que me cuentan las porteras de los alrededores. Buen día también para usted.

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