Karl Marx pasó buena parte de su vida investigando en la biblioteca del Museo Británico. El objeto fundamental de su estudio no era otro que desentrañar las características de la sociedad capitalista.
Finalmente, sus investigaciones culminaron en la publicación de la que se considera su principal obra: El capital.
Pero con tanto investigar, Marx, desatendió el cuidado de otros aspectos más cotidianos de su vida.
Él y su familia vivieron siempre en unas condiciones bastante humildes, (su principal fuente de ingresos eran los artículos que escribía para algunos periódicos y la ayuda que recibía de su amigo y colaborador F. Engels).
De ahí que, algún tiempo después de su muerte, su hija, Jenny Marx, comentara: -"¡Ojalá mi querido padre hubiera pasado algún tiempo adquiriendo capital en lugar de limitarse a escribir sobre él!".
K. Marx y F. Engels.
Buenos días queridos amigos.
Esta mañana, mientras hacía tiempo para ir al tanatorio, he estado mirando algunos libros, he tomado éste: Filosofía para bufones, de Pedro González Calero y he compartido con vosotros esta anécdota.
Más que nada para no pensar. Hoy es un día muy triste.
Mario está destrozado, ahora que ya iba mejor, que ya tenían a Boris con ellos, que su padre, Lorenzo, estaba ahí, siempre ahí, con su hijo, animándolo y apoyándole en todo, un infarto viene a romper lo que se estaba recomponiendo.
Se hacía querer D. Lorenzo. Y respetar. Un señor en toda regla.
No entiendo nada. De verdad.
Hay veces que no entiendo nada.
Con vuestro permiso, voy a acompañar a Mario. Es todo lo que puedo hacer.
Hasta mañana.
Muerte y muerte. Real, ficticia. Ataques, porras. Mierda de muerte, siempre en soledad.
ResponderEliminarEn el momento de la muerte, aunque estés rodeado de gente, estás solo. Abrazos Mary Carmen.
EliminarNo sé, si por suerte o por desgracia, la vida tiene una hermana, y es la otra. Abrazo.
ResponderEliminarLa otra vida, como la otra cara de la Luna, desconocida. Abrazos.
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