sábado, 8 de agosto de 2015

Cambio de aires. Asiole. Día 20.

220. En Villanueva de los Infantes con la jefa.


     Me acababa de quedar algo dormidilla ayer, en la siesta que me prometí, y me suena el móvil. Mi amiga. La vuestra.
      -Te invito a un concierto-, me dice, a bocajarro, obviando el saludo reglamentario.
      -Gansa-, le contesto. ¿Dónde estás? ¿Qué concierto?
     -Luego te cuento todo, tú coge el coche y vente a Villa Favorita, que a las 9 hay un concierto guapo aquí en la Alhóndiga.
    -Pero si tengo a mi tía en casa, si no me va a dar tiempo, si estás loca!
    -Pues tráete a tu tía, te da tiempo, son dos horas. Vamos no lo pienses tanto.
     Claro, como ella, que no piensa.
    Llamé a mi tía. Regresarían pronto de la comida en los Pueblos Negros. Se lo explico. Encantada. Otra loca.


    Mientras  mi querida tía elegía las pelucas, (no sé si os he dicho que, la muy coqueta, siempre viaja con media docena de pelucas. Como Encarnita Polo, me dice, cuando me rio), yo le hago el encargo al Sr. Andreas, que esté al tanto de alguna urgencia en la portería. Otras veces lo ha hecho.
     Y llegamos justo cuando comenzaba el concierto. Estuvo genial. Un piano, un cello, un clarinete y un oboe tuvieron la culpa. Superior.     Música de Sibelius y Nielsen, nórdicos. Los compositores fueron David Jareño, Elena Hämäläinen y Miguel y Dimas Ruiz Santos, éstos últimos infanteños, y, al acabar el programa, nos regalaron, a todos los que llenábamos el claustro de la Alhóndiga, la antigua cárcel, un rápido de jazz, que nos dejó el cuerpo como recién respirado. Mereció la pena el soponcio del viaje.

    Luego nos sentamos en un banco de la fantástica plaza del pueblo a recrear la vista con el entorno mágico de luz y piedra, murmullos del pasado y voces apagadas y socarronas del maestro Quevedo

  
  Nos acostamos  pasadas las tres de la madrugada, escuchando las campanas de la Iglesia y los relatos de mi tía, que, a esas horas, ya tenía la peluca algo desordenada.  
    Hoy disfruto de Villanueva de los Infantes y de amiga.
    Mañana os lo cuento. 
   Me dice que os de recuerdos. Y que os echa de menos.
   Pero sigue algo loca. Os lo digo en confianza.

2 comentarios:

  1. Una noche excelente. Música, entorno bonito, y cervecita en esa plaza con clase. Me alegro que lo disfrutara. Aquí con calima pegajosa. Ah¡ el blog es parte de mi día. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y vosotros sois parte de la mía. La verdad es que fue un acierto la propuesta de Eloisa. Abrazos con clase. Y besos.

      Eliminar