jueves, 20 de agosto de 2015

Dia 32. Os sigo contando porque no tengo ganas de contar nada.

232. Anécdotas de Filosofía para bufones.



     Al filósofo griego Aristipo se le considera el fundador de la escuela cirenaica, cuyo ideal de vida estaba basado en el gozo corporal, limitado siempre al instante presente, pues el cuerpo no puede gozar del pasado ni del futuro. 

     Si los cínicos son los perros por antonomasia, los cirenaicos en general, y Aristipo en particular, han sido comparados con los gatos. Al igual que a ellos, les gustaba merodear por las mansiones y vivían de las dádivas de sus amos, sin renunciar a su independencia. Y si tenían que soltar un bufido o un arañazo lo soltaban. 

     Se postraban ante el poderoso sin perder la dignidad y despreciaban el servilismo.



    Aristipo solía frecuentar la residencia del tirano Dionisio, a quien no dudaba en pedir favores de vez en cuando. Un día, Dionisio le preguntó por qué los filósofos suelen prodigarse en sus visitas a los ricos mientras que los ricos no frecuentan las casas de los filósofos, a lo que Aristipo respondió: 

    -Porque los filósofos saben lo que les falta, pero los ricos no lo saben. 


Aristipo.



     Viajaba Aristipo por mar hacia Corinto cuando una borrasca empezó a zarandear el barco, y el filósofo sintió miedo. Otro de los viajeros, viéndolo turbado, le dijo: 



    -¡Qué cosas tiene la vida! Yo, que soy hombre de pocas luces, no me asusto, y tú, que eres filósofo, estás temblando de miedo.

    Y Aristipo replicó:

    -Es que, si morimos, no se pierde lo mismo en tu caso que en el mío.



     Buenos días amigos.

    Os he puesto un par de anécdotas del libro del que os hablé ayer. No se me ocurría otra cosa. Está la finca silenciosa de luto.
    Pero estoy muy orgullosa de mis vecinos, de mis inquilinos. Todos, sin excepción, han asistido al sepelio de D. Lorenzo. Ha sido un funeral digno de la persona.


Alexandra, preciosa, con su coleta detenida, sin marcar el balanceo de sonrisa que provoca siempre al andar, Pilar y su marido Antonio; Begoña y su hijo Lucas; MariMar y Andrés; las hermanas Koplowitz; Larios y Susana; Maribel y Aldo, el italiano; Angustias, muy afectada y el Sr. Andreas, que, solícito, le pasaba el pañuelo para las lágrimas; Juani y su hija Mónica; Chus, la ejecutiva y su jefe, (cosa que me sorprendió mucho); Luis, el cartero, Fernando, de la librería  y Nati, del bar.

Nacho, el machote de la bañera, no estaba, no me ha extrañado, lo que me ha dejado de piedra, es que, al salir, me he encontrado con Óscar, mi poeta, que, en su línea, se mantenía apartado y discreto. Es un amor.




Hasta mañana. 

Os deseo lo mejor para este jueves.

4 comentarios:

  1. Siempre es interesante, dar un paseo por la antigua Grecia. Desde el Norte y con un día espléndido, feliz jueves para Usted. Besos.

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    1. El norte siempre merece la pena. Mi vecina Antonia está en Reinante y dice que le gusta mucho. Un abrazo.

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  2. Es genial leerte siempre, se aprende de historia, poesía, anécdotas, vida...
    Gracias!

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    1. Gracias a ti. Siempre. Por estar ahí compartiendo. Un abrazo.

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