domingo, 9 de agosto de 2015

Dia 21. Asiole ya está de regreso en la portería.

221. Fin de la aventura manchega.



     Hoy me he levantado tarde. Aprovechando que mi tía no madruga nunca y que todo está tranquilo, me he regodeado entre las sábanas mirando el cambio de luces de mi cortinilla de abalorios.
   Anoche llegamos tarde. El Sr. Andreas estaba esperándonos en el portal, para decirme que no había habido imprevistos. Menos mal.
   Dos horas justas tardamos en llegar a Madrid, mi tía dormida, y yo recordando lo vivido, el acierto de la "locura" de Eloísa.
   Pasar casi 24 horas con ella, escuchar un concierto de lujo, en un entorno especial, echar unas risas y comer en la plaza del pueblo más bonito de la Mancha, no tiene precio.


   Tengo que reconocerlo, chapeau!
  Después de desayunar, en pijama y sin peluca, nos fuimos a tomar el aperitivo a la Torre de Juan Abad, haciendo el camino inverso de Quevedo.


La carita de Haro cuando veía a mi tía con pelucas diferentes.   

   Visitamos la casa-museo del escritor, donde pasó varios períodos de retiro y de prolífica actividad literaria.
    "Puedo estar apartado, más no ausente; y en soledad, no solo".
   "Los jueces me han condenado a destierro de la Corte; yo a ellos a permanencia en la Corte y en la cortedad".



Estatua en bronce de Francisco de Quevedo en Torre de Juan Abad.
  

 Luego, de regreso a Villanueva de los Infantes, comimos en el restaurante El rincón de la Plaza, con las buenas propuestas gastronómicas y la amabilidad de Paco y de todos los que atienden la amplia y concurrida terraza. Como música de fondo, las campanas de la Iglesia de San Andrés.
    Un chupito de licor de Madeira, que se trajo mi amiga de Portugal, nos reunió en su cocina y nos sirvió de despedida.



    Mi tía y yo a los madriles y ella y Haro, ya con la maleta hecha, a continuar camino, a la búsqueda, al encuentro, peregrinando, en pos de algo que recuerda. Para encontrar.

Os deseo un domingo de colores.
Un domingo para clavarlo con alfileres. 
En el tablón de anuncios de nuestra vida.
Seguid viviendo amigos.

2 comentarios:

  1. Hola: seguiremos viviendo mientras no nos falte el aliciente del blog, cada día. Mi propuesta Asiole, no es tan interesante como la de la jefa. Yo le invito a un pic-nic poético en un parque cercano a su casa, con cielo estrellado, luna bonita-aunque no llena- y menú clásico. Tortilla, filetes empanados y pimientos, postre, dulce casero regado con lectura de poemas y brindis con promesas y champagne. Le asignaremos el lugar preferente de la mesa. Un abrazo con añoranza.

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    1. Con esa propuesta es totalmente imposible resistirse. Dime, como en los duelos, día, hora y arma y allí estaré. Ya me estoy relamiendo. Abrazos con descorche.

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