viernes, 7 de agosto de 2015

Dia 19. De palabras y versos. Asiole Dorpa.

219. Con Ana Maria Matute.


     Buenos días.
  Os tengo que decir que cada vez estoy más contenta de haberme decidido a tomar el relevo de Eloísa. Sois tan agradecidos y cariñosos. He recibido mensajes diciéndome que por qué no madrugo más para subir la entrada a éste vuestro blog. ¿Pero vosotros sabéis los madrugones que me pego? Ya os dije que duermo mal, pero es que, a las seis de la mañana, ya estoy en danza, abriendo la portería y realizando todas las tareas que eso conlleva. No acabo hasta las diez o diez y media, que es cuando me escapo un poco y os cuento mis historias de escalera.
    Os dije que ayer creí escuchar al poeta.
    Mirad:

   ¿Sabéis lo que es abrir la puerta por la mañana y encontrarse un poema adherido a la madera? Agarrándose con los versos calientes de la amistad, de la alegría de compartir, del saberse recordado, del sabor fresquito de la palabra hermosa...
    Ése es Óscar, mi poeta okupa.

   Anoche me tomé un dedito de licor de hierbas sentada en mi sillón de meditar, mirando embobada mi biblioteca. Es mi tesoro, me gusta mirarla y pasar las yemas de los dedos por los lomos de los libros. Entre dos gruesos tomos vi, quietecito y humilde, un librito que no recordaba. Me levanté y lo cogí. Era de Ana María Matute, Los niños tontos. 21 cuentos leves, magníficos y tristes sobre niños especiales. 
    Son "breves, redondos y jugosos como una naranja". Os dejo uno, El incendio, el primero que vi al abrir el libro. Seguí leyéndolos, recordándolos y creo que alguno más voy a compartir con vosotros.

El niño cogió los lápices color naranja, el lápiz de color amarillo, y aquél por una punta azul y la otra rojo. Fué con ellos a la esquina, y se tendió en el suelo. La esquina era blanca, a veces la mitad negra, la mitad verde. Era la esquina de la casa, y todos los sábados la encalaban. El niño tenía los ojos irritados de tanto blanco, de tanto sol cortando su mirada con filos de cuchillo. Los lápices del niño eran naranja, rojo, amarillo y azul. El niño prendió fuego a la esquina com sus colores. Sus lápices -sobre todo aquel de color amarillo, tan largo- se prendieron de los postigos y las contraventanas verdes, y todo crujía, brillaba, se trenzaba. Se desmigó sobre su cabeza, en una hermosa lluvia de ceniza, que le abrasó.


     Creo que hoy, me voy a regalar una siesta, por lo menos lo voy a intentar, estoy algo cansada, mi tía me da un trabajo añadido, pobrecita, la quiero mucho y todo eso, pero no os podéis imaginar lo hiperactiva que es. Un ciclón. Esta mañana se ha ido con unos amigos de Tours, que viven temporadas aquí, a la sierra, a los pueblos negros a comer. Hoy si se ha llevado el monedero.

     Que tengáis un viernes de postal.
     Os envío un beso de poema.
     De poema largo.

8 comentarios:

  1. No sé sí seré capaz de seguir leyendo el blog. Me derrite un poco. No obstante, este viernes leeré el poema largo y después, lo tengo asignado a escribir cartas que tengo pendiente, para amigas que quiero y que les prometí volver. Algunas serán enviadas cerca, otras, viajarán muy lejos. Un beso adornado como quiera Asiole.

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    1. Dejar de leer el blog no por favor. Esto continúa por vosotros. Y escribe, escribe mucho. Es tan bello. Abrazos apretaditos.

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  2. No sólo no dejaré de leer este blog, sino que repasaré lo anterior para ver como Asiole pergeña historia tras historia en un mundo necesitado de sus fantasías y realidades. Adelante Asiole, entretienen y haces que en cada historia veamos un trocito nuevo de vida

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  3. No sólo no dejaré de leer este blog, sino que repasaré lo anterior para ver como Asiole pergeña historia tras historia en un mundo necesitado de sus fantasías y realidades. Adelante Asiole, entretienen y haces que en cada historia veamos un trocito nuevo de vida

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    1. Pues caballero calatravo, un honor. Claro que seguiré. Intentando estar a la altura de mi amiga Eloisa, de su confianza y cariño. Un abrazo para usted y su familia. Feliz verano.

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    2. Muchas gracias. Repasa, ahí nos volveremos a encontrar. Abrazos con fantasía.

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  4. Chicos, no dejaré de leerlo, es mi pasión, y por supuesto que le animo a Asiole a que no pare, siga, siga. No ha sido mi intención, me he desintegrado un poco, sólo eso. Abrazos.

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    1. Asíole sigue si vosotros seguís. Sois el rodrigón en el que se apoya. Abrazos con luz.

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