jueves, 13 de agosto de 2015

Asiole. Tiempo de poesía. Dia 25.

225. De todo un poco. Jueves.


     Ya está mi tía de vuelta a su casa. A Tours. Como que me ha dado un poco de pena que se vaya. Ayer comió con sus amigas para despedirse. Y esta mañana, temprano, salía para la Francia. No ha sido tan malo. Es que yo, siento decirlo, no soy de visitas, no me gusta mucho recibir. Como que me descoloco, me pierdo, no doy pie con bola, me desnorto. Lo siento, es un defecto o llámalo X, pero en mi soledad me hallo. Por eso me he sorprendido a mi misma, cuando he sentido un no sé qué cuando nos hemos despedido. Debe ser la edad.
     Mirad qué foto he recibido en el móvil, de Eloísa. La foto y esto: "Deja que entre en tu corazón el afán de vagabundear, de perderse en alguna encrucijada. Nunca regresarás como te fuiste".


     ¿Dónde estará y que tendrá en esa cabecilla? Le he respondido que se explique.
    Otra cosa. Estaba pasando la aspiradora a la alfombra de la entrada del portal, cuando han salido Chus, la enigmática, la del primero derecha y su jefe y, mientras él esperaba no se qué en la acera, ella me ha preguntado, muy cariñosa, por lo que estaba leyendo, por mi salud, por los calores y que si mi tortuga Frida seguía comiendo profiteroles. Yo no recuerdo habérselo dicho. Alucino. Yo soy la portera y ella es la que sabe todo. El mundo al revés.
    Lo que estaba esperando su jefe es un coche. Ha llegado un mercedes con chófer incluido, se han subido y se han ido. Ella iba preciosa, con un bolso y unos zapatos que ni os cuento y una melena rubia que es una bendición.
    Hablando de pelos, esta tarde, a las cuatro, tengo cita en la peluquería.    Pilar me ha dicho que me va a hacer un cambio de imagen. Miedo me da.
  Pero ella nunca me ha defraudado. Ya os he dicho que me hace terapia con las tijeras.
   Y anoche, después de un licorcito con mi tia, para despedirnos, me quedé un buen rato en la cocina, con la luz indirecta del patio, con la visión de las azaleas de Angustias y el sueño lento de Barrigas, con la nostalgia que me embarga estos días, con mi desasosiego. 
    Y escribí algo, un poema, sigo poemando mi vida. Os lo dejo:

Ahora que me salen 
las palabras solas,
ahora que empiezo
a resucitar de Enero,
ahora que derribo
todas las puertas
y abro los ojos
y espero.
Ahora que ya no estás
ausente,
que ya siento
batir el aire
entre mis muslos,
que tengo el pecho
amplio de deseos,
que no humillo
la frente ni las manos.
Ahora que me salen solas
las palabras,
estoy dispuesta
a las palomas,
al viento de Abril,
a la nevada,
al cruce de caminos,
a estar desnuda.

    Espero que os diga lo que a mi me dice. Espero que os guste. Espero veros mañana. Porque os necesito. Porque ya siento llegar el otoño. Porque siento un frío conocido en la espalda. Porque me siento poema.
Que tengáis un día bonito.


6 comentarios:

  1. Yo, cuando sea rica, quiero tenerte, Ansiole, de portera.
    MC

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    1. No hace falta cariño ser rico. Aquí estoy aquí a tu disposición. Cuando quieras te invito a un café en el bar de mis amigos.

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  2. ¡Por favor¡ YO necesito un poema como ese y no estoy poeta, sería tan amable de inspirarme. Anoche las estrellas me olvidaron,¡ tenían tanta prisa!. Asiole, Yo le pongo un Mercede con chófer y buscaremos recovecos en el fin del mundo. Un abrazo.

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    1. Las lágrimas del Lorenzo nos fallaron a todos. Me da a mi que a usted no le hace falta que le enseñen poesía. Ya la tiene dentro. Abrazos sin chófer.

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  3. MC. Me parece una buena idea. Pídeselo a las estrellas, están muy activas, a lo mejor a ti te escuchan. Un beso.

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    1. Qué cosas tenéis las dos. Ahora soy yo, Eloisa, la que os respondo. Y os envío un abrazo grande porque sois grandes.

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