domingo, 15 de marzo de 2015

De ansias y sosiegos. Trepate a esta ternura de locos...

74. Domingo loco.

Mientras me tomo un café minúsculo, abro, con la ilusión de la primera vez, un nuevo libro.
Enciendo un par de tres o cuatro velas y me acomodo un cojín bajo la espalda.
Comienzo.

Pero la música que, suavemente, rellena los rincones del silencio, nos sorprende con “La balada de un loco” de Astor Piazzolla y Haro enloquece.
Es su preferida.
Con una mirada me conmina a dejar el libro y a bailar con él el  tango.
Y ahí nos ves, danzando por el salón, abrazaditos los dos, con los ojos cerrados, a la luz de las temblonas velas:

“Quereme así, piantao, piantao, piantao…
trepate a esta ternura de locos que hay en mí
ponete esta peluca de alondras ¡y volá!
¡volá conmigo ya! ¡vení, volá, vení!

Cuatro  minutos después, apago la magia y continúo leyendo.
Haro se ovilla tras un suspiro y se duerme.

“Loco, loco, loco…”



Os deseo un domingo bien bailao, bien abrazao, bien apretao, bien loco.

4 comentarios:

  1. Me he quedado muda Beso para Haro.

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    1. Se lo daré. Es lo que más hago durante el día, comérmelo a besos. Otro para tí, escritora.

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  2. Domingo loco. ¡Quien lo pillara! Si me cuentas donde suceden esos domingos, me apunto. Porque un Haro compartido, ya no sería lo mismo.
    MC

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    1. Sabes que Haro tiene ternura para dar y tomar. El domingo loco nos lo debemos. A ver si es pronto. Un abrazote.

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