miércoles, 25 de marzo de 2015

De ansias y sosiegos. Decidme cómo es un árbol.

84. Marcos Ana.

¡A la calle!, que ya es hora
 de pasearnos a cuerpo. 
Gabriel Celaya.



Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
la luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrinas el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.


Marcos Ana, Salamanca 1920.
Detenido en 1939 y condenado a muerte.
Permaneció encarcelado durante 23 años ininterrumpidos.
En ese encierro escribió los poemas que luego volaron en libertad hasta desencadenar una campaña de solidaridad en su favor.
Fue uno de los primeros presos políticos españoles defendidos por Amnistía Internacional.
Liberado en 1961, recorrió Europa y parte de América propagando la justicia y la solidaridad con los presos políticos.
Fundó y dirigió en París el Centro de Información y Solidaridad con España (CISE), que presidió Picasso.

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto del río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.


"Fue el 17 de Noviembre de 1961. No recuerdo la sensación de calor o frío, de oscuridad o luz que tuve al salir de la prisión. Iba en una nube, inadaptado y feliz.
Franco había dado un decretazo que fue más bien un brindis al sol. Anunció la libertad automática para todos los presos políticos que llevaran más de 20 años encarcelados de manera ininterrumpida.
En ese momento, de los 465 presos que había sólo en el penal de Burgos, yo era el único que cumplía ese requisito.
Me fui con lo puesto. Sólo me llevé conmigo el "Canto general" de Pablo Neruda, camuflado tras las tapas y las primeras páginas de un libro de versificación religiosa", nos dice en sus memorias.

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora;
que suenen como campanas 
en una campana sola;
que fundan los corazones
en un Corazón y todas
las ramas del pulso sean
árbol de luz en las sombras.
Amigos, todos en pie:
sobre las montañas rojas
de nuestra sangre sin yugos,
la voz erguida en la boca.

¡Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora!

Esta mañana, es que me he levantado con los versos de este último poema danzando sin parar por las esquinas de mi cabecilla insomne y anhelante y, os he colocado este pequeño apunte de Marcos Ana, para comenzar la lucha de este miércoles nuevecito y expectante. 
A ver qué hacemos con él, a ver que pergeñamos con este día para que nos quede un poema resultón y eterno.
Sed felices.
Intentadlo, al menos.

Y mañana... qué cocinamos en esta bendita casa mañana?

4 comentarios:

  1. De 1º. Ponte un delantal azulón, con dos bolsillos grandotes, llénalos de artilugios. Eres una ilusionista. Saca un verso de la manga.
    De 2º. Escribe una carta al SOL.
    Y de postre: pergeña unas frases aliñadas con naranja y limón.
    Pero todo esto rapidito. Porque "amigas a las doce, todo los pulsos en hora" Feliz Miércoles.

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    1. A la orden querida amiga. Hueles la naranja y el limón? Lees la carta? Un beso y hasta el lunes... todos los pulsos en hora.

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  2. Me ha conmovido tu referencia a Marcos Ana. Paisano mío, nacido efectivamente en Alconada (Salamanca) En este, nuestro país, la lucha por la libertad siempre ha estado teñida de sangre y ostracismo. Aunque su obra no es excesivamente larga, comparada con otros autores, deja traslucir el horror de lo vivido. ¡Que poco han cambiado las cosas!. Su poesía siempre perenne.
    MC

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    1. Perenne, como nuestra lucha por conquistar aquel bastión,aquella batalla perdida. Un beso de poesía.

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