De ansias y sosiegos. Celebrando la igualdad.

67. Todas las mujeres, Lisístrata.

Juramento inicial (fragmento)

Lisístrata: Todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante. Cleónica: No tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante. Lisístrata: Aunque venga a mí en condiciones lamentables. Cleónica: Aunque venga a mí en condiciones lamentables. (¡Oh Lisístrata, esto me está matando!)  Lisístrata: Permaneceré intocable en mi casa. Cleónica: Permaneceré intocable en mi casa. Lisístrata: Con mi más sutil seda azafranada.  Cleónica: Con mi más sutil seda azafranada.  Lisístrata: Y haré que me desee.  Cleónica: Y haré que me desee.  Lisístrata: No me entregaré. Cleónica: No me entregaré.  Lisístrata: Y si él me obliga.  Cleónica: Y si él me obliga. Lisístrata: Seré tan fría como el hielo y no le moveré. Cleónica: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.(...)  Lisístrata: ¿Todas han jurado?  Mirrina: Todas.

  Hola amigos.
 Ayer presentamos en la casa cultural de Castilla-La Mancha, aquí en Leganés, el último poemario de Primitivo Oliva Fernández, amigo personal y poeta requerido por la sede manchega.
  Llegó acompañado de sus versos y del cantautor  José Luis Pardo, también apreciado por todos los asistentes al evento.
 Y pasamos una tarde redonda y especial. Con unos vinitos y unas risas al final de la velada.

 Comenzamos, tras una breve introducción por mi parte sobre la historia de la desigualdad que nos habita, una desigualdad que ya resulta cansina y ridícula, comenzamos, digo, a desgranar versos para conculcar costumbres caducas y tradiciones esperpénticas.

Pero, ¿quién puede sólo con las manos
y sin más ilusión que la palabra
cambiar las cataduras de un tirano? 

  En su poemario "Las sombras del camino", Primitivo nos alienta a despertar, se afirma en el humano, grita para abrir los ojos, nos invita al duelo...

"He visitado el odio y era frío,
tenebroso, el espacio de su pecho,
oquedad sin pupilas, su mirada:
una gran calavera de cemento".

 Durante una hora cortísima y plena, recitamos a dúo parte de su poemario. Llevó, en  un momento dado, los versos en las palmas de las manos para que el público asistente los tocara...

¡Una mano!
Los niños privados de sus juegos,
los hombres sin futuro,
las mujeres sin sueños.
los árboles sin bosque
y el lago sin espejo.
¡Una mano!
   Unas manos, 
         que no dejen silencios.

  El poeta se une a la lucha por la igualdad, a la denuncia de la violencia de género, a la lacra de la injusticia:

    Con alas de crisálida...
Asistir a tu vuelo dignifica, 
reaparece mujer, tras los tentáculos
de hierro, igual que una crisálida
cuando rompe la celda que la oprime

y abre alas a luz hecha caricias.

Vuela feliz, mujer, que hay cielo raso,

puede besarte el sol... y es primavera.

  José Luis Pardo, que acompañó, en todo momento los poemas y salpicó con sus canciones el recital, cerró, con una canción popular cantada por todos, la noche.

Dejadme sostener 
que una sonrisa cura...
Dejadme proclamar
que acaso una mirada...
Dejadme que declare,
en suma, la esperanza...

  Gracias a todos los asistentes por su amistad y calor. Nuestro agradecimiento, en nombre de la casa castellano manchega y en el mío propio:

A  Carlos Delgado, presidente de Unión por Leganés, Uleg.

A  Virginia Jiménez, representante del Partido Socialista, PSOE.

A Carlos Garcia Yagüe, Garya, por su presencia, su amistad y sus magníficos reportajes.

A  Enrique Sánchez García, Gandhi, siempre ahí.

A Mari Carmen Estévez, amiga y presidenta de la Asociación Beatriz Cienfuegos.
A todos los socios de la casa, simpatizantes y amigos.
  Y, por supuesto, a Primitivo Oliva y José Luis Pardo, por elegir nuestro escenario para mostrarnos su arte.
  Hasta la próxima.

Primitivo Oliva, Eloísa Pardo, José Luis Pardo y Mariano Martín.