viernes, 9 de agosto de 2013

La carne del mar. Poema de Pedro Antonio González Moreno

"Si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido..."
(Alfonsina Storni)


Que nadie toque el mar, que nadie toque
la carne de las olas,
que es carne de mi propia carne. Nadie
toque la piel sagrada de la espuma
porque con ella tejo, sin prisa, mi sudario.


Se pone en pie la sal igual que un hombre
que sale a recibirme
con su abrazo de algas: soy la amante
del mar, la que ya nunca
verá ponerse el sol desde la arena.

Que nadie pise el agua, que es flor de mi saliva,

metal del verde sueño de los náufragos.
Que nadie beba de esta transparencia
porque estará bebiendo de mi boca
el oscuro veneno de la sed.


Que nadie toque el pan
salado de mi cuerpo, porque sólo
ha de ser alimento para el agua.

Soy la amante del mar, la que ya nunca

confundirá el amor con la caricia.





(De Anaqueles sin dueño)

1 comentario:

  1. Tenía este poema junto a otros con la temática del suicidio guardados entre las hojas del libro de su autor Pedro A. González. Ahora, hoy, que mi amigo Andrés me lo ha recordado, incluyo el poema en la fachada de mi casa para compartirlo. Grande.

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