"Estaba contra toda razón científica que dos personas apenas conocidas, sin parentesco alguno entre sí, con caracteres distintos, con culturas distintas y hasta con sexos distintos, se vieran comprometidas de golpe a vivir juntas, a dormir en la misma cama, a compartir dos destinos que tal vez estuvieran determinados en sentidos divergentes.
Decía: El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor y hay que volver a construirlo todas las mañanas antes del desayuno".
Gabriel García Márquez
El amor en los tiempos del cólera.
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