miércoles, 18 de noviembre de 2015

De ansias y sosiegos. Cuento fantástico.

322. El cisne y la mesa bonita.


Buenas tardes, corazones.

Mañana de taller. Relato de María
Con las palabras mesa, bonita y cisne.
Por la tarde tengo otro taller de escritura creativa.
Me voy volando.
¿Os dejo el relato fantástico que ha pergeñado María?
Mirad:

"En el lago me dejaron cuando nací.
Sobreviví.
Soñaba que era sirena y dormía en su fondo; me inventé un lecho de alelias blancas que perfumaban las aguas azules y quietas.
Nos conocíamos todos, nuestro mundo giraba a su socuello.
A dormir acudían miles de aves con diversidad de plumaje y tamaño. Bullía la vida.


Yo me enamoré de un cisne tímido, que nunca se me acercaba, era misterioso y solitario, según me contó la gallareta.
Un lejano día una mujer le soltó y se marchó. Pensé que su historia y la mía tenían algo en común y me propuse ser su compañera; le invité a dormir en mi lecho de alelias blancas, me sobraba cariño para dar, él se dejaba acariciar su majestuoso y blanco cuello. Juntos salimos a pasear a la luz de la luna.


El búho nos saludó parpadeante y la luna se arropó con el algodón de una nube.
Todo era oscuridad y con su sortilegio nos quedamos dormidos.
Cuando despertamos, cientos de aves nos contemplaban perplejas y tristes.
Cuando nos miramos en las aguas, nos quedamos callados, no nos salían las palabras; ya no podríamos dormir en el lecho de alelias, ¿cómo podriamos vivir cerca del lago azul?
Rauda voló la cigüeña al bosque, trayendo en su largo pico ramas aromáticas para tejer una cama, el pájaro carpintero hizo la casita de madera y con hojas de otoño los cojines, no podía faltar la mesa de marquetería con motivos de la naturaleza.


La ardilla nos regaló frutos secos, nueces, avellanas, almendras y frutas rojas de temporada. Más felices imposible.
La conclusión que sacamos es que fue la misma mujer la que nos dejó en el lago y la luna usó su influencia para que pudiéramos seguir vivos como cisne y sirena, hasta que fuéramos adultos y volver a lo que éramos en realidad: una pareja de perritos pequineses.

Ah!, se me olvidaba... la alondra mañanera nos compuso una canción muy bonita y romántica".


¿No es precioso para contar en las noches largas?
¿Os ha gustado?
Pues es María Jiménez la autora. Mujer sensible.
Escritora escondida.
Pero con enormes ganas de salir al mundo.

Buenas tardes amigos.
Ya vuelvo.

2 comentarios:

  1. Para noches largas y al amor de la lumbre, con puerta cerrada y luz tenue. Con una abuela cariñosa que te lleva a la cama y te deja soñando apaciblemente, hasta el despertar del sol. Muy bonito, muy dulce.

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    1. Pues cuando tú has llegado es este cuento el que estaba leyendo. Pronto la tendremos en el taller. Un abrazo para ti. Largo.

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