martes, 4 de febrero de 2025

A la manera de mayo y su cuchillo

 Hoy se celebra el Día Mundial contra el cáncer.

Hoy me llegan reseñas guapas sobre mi novela.
La escribí con motivo de mis bodas de plata con aquel maremoto que transformó mi vida. Que me hizo sentarme al borde del camino y mirar hacia otro lado. Fue en mayo y fue dolor. Fue asombro y fue un cambio de planes y de deseos.
La novela ha ayudado, está ayudando, a mujeres en ese trance. Y yo estoy contenta con haberme desnudado en ella.
Así empieza A la manera de mayo y su cuchillo:

"27 de septiembre de 1997
Sábado

Mañana es mi cumpleaños. Cumplo cuarenta y cuatro. Estoy guapa.
Tengo tres hijos, dos chicos, de veintiuno y diecinueve años y una niña de ocho.
Dirijo una tienda en una localidad cercana. Concretamente un videoclub. En ratos libres hago seguros para una correduría. A puerta fría. Me divierte. Se me da bien.
Me veo todas las películas que puedo, o sea casi todas las que entran en mi negocio.
Estoy casada y tengo un perro que se llama Haro.
No paro en todo el día, entre la intendencia de la casa, los dos viajes al video-club, los seguros, los cambios de películas y el horroroso horario de tienda; mis tres hijos, la compra, las comidas, los problemas cotidianos.
Mi marido viaja mucho. Estoy sola.
Tengo un Citroën BX rojo.
Mañana es mi cumpleaños.

Son las tres de la tarde, o las quince horas, da igual, el caso es que mientras espero el ascensor para subir a casa, con dos bolsas llenas de comida, que he dejado en el suelo para darme un respiro, me da por tocarme las tetas y noto un bulto en el pecho izquierdo.
Y ahí comenzó todo".

(Las dos palabras más bonitas del mundo no son Te quiero, sino Es benigno) 






Todas las r

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