martes, 15 de diciembre de 2015

De ansias y sosiegos. Esta tarde vamos a hablar de mi libro.

349. Tarde de celebraciones en el taller de escritura.



Buenos días, corazones.

Hago, esta mañana, la crónica de una fiesta anunciada.
La del taller de escritura creativa. A nuestro pesar, este mes ha sido de corto recorrido. Las innumerables fiestas y compromisos de estas mujeres locas, de estas vikingas intrépidas, nos ha hecho que adelantemos la hora del cierre de los cuadernos de todo. Que dejemos las historias que nos alimentan tanto para ocuparnos, como reinas del nido, de nuestra gente guapa. Por unos días.


Toñy Gaitán, detallista en grado superlativo, llevó un licor casero de membrillo, en honor a mi poemario. Poemario que ha desgranado en sus noches lunáticas y que me llevó para que le firmara.


María Jiménez leyó el escrito, dedicado a mí, que adjunto.
Unas talleristas, que no podían ir por la coincidencia con otros eventos, acudieron al final a la llamada del brindis. Otras no pudieron y enviaron mensajes de aflicción.
La hora de salida del taller es a las cinco y media, pero eran las ocho cuando apagamos la luz y dejamos, sobre las mesas, las libretas abiertas y los relatos inconclusos, las plumas a la espera, para darles, a la vuelta, un final insólito y pendenciero. Para epatar a los lectores.




Mirad el escrito de María:

Cabalgando por la vida, cual quijote, rodeada de molinos oxidados.

Esperan sus aspas astilladas, de cristales verdosos, olvidadas...
Hoy quiero sentarme en la explanada del almendro en flor de tus palabras, que, jubilosas, escapan ambulantes del manantial de tu fuente inagotable.
Palabras que el viento trae y lleva, por las extensas llanuras de la Mancha, sembrando tus poemas por los valles, los patios, callejuelas y las plazas. Que hasta la luna recoge su semblanza, mariposas, palabras de colores, que vuelan, vuelan y, en su loca libertad, invitan corazones desvalidos, dándoles golpecitos de esperanza.
Regados con el mar azul de tu palabra, tu palabra se eleva por los ricos palacios y descienden a las viejas cabañas, incitando a la riqueza y la dulzura del membrillo dorado de tu alma.
Hoy quiero cobijarme en ese almendro y tejer mi nido en tu posada...


Se puede tener este honor, esta suerte?


Dando cuenta de los licores, del beso extremeño y del membrillo destilado.


Le hicimos un acróstico a María para celebrar también su cumpleaños.

Leímos algunos poemas del oro del membrillero y nos deseamos felicidad y mucha, mucha escritura para compartir de nuevo a comienzos del misterioso año que nos espera ahí mismo, a la vuelta de aquella esquina, detrás de aquellas nubes, abrazado a ese manzano del parque, en la sonrisa del destino, en el olor de las mañanas de últimos de Diciembre, tras los visillos... lo veis?


El poemario.

Que hoy sea un día que os haga sonreír.
Os quiero.
Hasta mañana.


4 comentarios:

  1. Palabras. Dulces. Dulces palabras. Palabras dulces. Precioso binomio.

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    1. Y tan dulce amiga. Tenemos pendiente un dulce almuerzo y la sobremesa. Un abrazo con binomio.

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  2. Lunes con nuestra entrañable maestra de escritura. Con dulces, sin ellos, con papel pluma y tintero.Cada tarde se hace inolvidable. Felices días, soñadas noches. Pura vida. Besos.

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    1. La verdad es que la velada me ha sabido a poco de tan dulce y agradable. Ha sido un paréntesis regio esperando la vuelta que será mejor aún. Abrazos. Nos vemos pronto, no?

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