lunes, 14 de diciembre de 2015

De ansias y sosiegos. No te mueras todavía.

348. Hoy me levanto con un poema entre los dientes.

"La libertad es para soñarla".

Buenos días, corazones.


Hoy no me pilla el toro. Me he levantado al alba. 
He leído un par de horas y tomado el café rico de las mañanas.
Esta noche, mientras dormía, no he dejado de recitar la jaculatoria de Carmen_Martín_Gaite.
No se por qué.



No te mueras todavía.
Tu tristeza a mí me salva
lo mismo que tu alegría.
Malva al alba,
amarillo al mediodía
y a la noche otra vez malva.
No te mueras todavía.

Y con ella me he desayunado y he dejado que se escondiera a ratos entre las páginas de la novela que estaba leyendo.


No tienes un color fiel,
te van todos los colores
de la gama.
Ocre si estás en la cama,
verde si estás en la hiel,
gris acero si cruel,
azul negro en la porfía
y colorado en la llama
de fiesta y de rebeldía.
Que no te cuelguen cartel,
no te mueras todavía.
Echa tus tonos al día
como a una hoguera y confía,
que lo que arde no se pierde.
Me caliento en tus colores.
Aún te quedan resplandores
de naranja y ya eres verde
con una estría de rojo
y de turquesa otra estría.
Tu confusión es la mía
y en mi espejo la recojo.
No te mueras todavía.
Ya he arreglado la habitación de invitados, donde se alojó Nilda, mi amiga argentina. Ya está dispuesta de nuevo para las sorpresas. 

Ni te quedes condenado
sólo al blanco o al morado,
ni te vuelvas transparente,
tan simple y desustanciado
como te quiere la gente.
Tú engrosa el caldo del día
que aún hay quien oye y quien siente
lo pasado y lo presente.
No te mueras todavía.


Y en tiempo de incertidumbre
arde también en su lumbre,
tan exenta de color
que corroe los que había.
No caigas en la costumbre
de inventar vida y amor
si el almacén se vacía.
A pie quieto en el terror,
a solas en la agonía
y aun cuando nada te alumbre,
no te mueras todavía.

Carmen Martín Gaite hizo este poema oración  con mucho dolor, pero también se puede leer como un alegato contra la tristeza, como un canto a la alegría.
Léelo de ese modo.
Me voy ahora mismo a preparar la sede manchega para las Navidades. Vamos a colocar el espumillón y el belén, el árbol y el aire de fiesta.
Las campanillas y las luces parpadeantes y chillonas.
A colgar todas las felicitaciones en cuerdas de tender emociones y a cantar todo lo que recordemos de tiempos pasados.
Luego, por la tarde, mi taller de escritura creativa espera a unas mujeres libres y audaces como la Gaite. Con sus cuadernos de todo donde despliegan sus ganas de volar y sus sueños pendientes.
Hasta mañana amigos.
Feliz día.

6 comentarios:

  1. Ahora que esto acaba,
    me incrustas la poesía,
    esto es irremediable,
    somos ya inseparables.
    La leo noche y día.
    Gracias por despertar mi querencia olvidada.

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    1. Esta tarde ha sabido dulce la clase. Con personas como tú, eso no es raro. Un abrazo. Llama cuando sea y comemos.

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  2. Pues me entristece, no lo puedo evitar. Esta mañana he hablado con Ricardo y quizá sea la última vez que la vida me deje hacerlo.

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    1. Pilar? No se me ocurre nadie más. Ya te llamo para aclararlo. Un abrazo así de grande.

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  3. Bueno... Mal comienzo matutino. Lágrimas en los ojos. Tu poema me ha traído tantos recuerdos. Tantas tardes con Carmen Martín Gaite contemplando la grandiosidad de las catedrales salmantinas.Tras los visillos.

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    1. Ya sabía cuando he colgado el post que te traería recuerdos. A pesar de ello, son hermosos. Un abrazote.

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