De ansias y sosiegos. Viernes 13.

44. Historias  para reflexionar.

  Hola.  En la entrada he puesto viernes 13, porque así es, pero no va de supersticiones la historia de hoy.
  Ya os comenté el pasado martes, 13 de Enero, que no soy amiga de estas cortapisas, de restas inútiles y gratuitas, ya la vida nos las coloca en los pies sin que las hayamos llamado.
  Hoy hablamos de otras trabas, de frenos, de rémoras y prejuicios.
  Mira, lee, verás qué papeleta:

"Un domador de circo consigue mantener a un elefante aprisionado porque usa un truco muy simple: cuando el animal aún es un cría, amarra una de sus patas a un tronco muy gordo.

  Por más que lo intente, el pequeño elefante no consigue soltarse.

 Poco a poco, se va acostumbrando a la idea de que el tronco es más poderoso que él.

 Al hacerse adulto y dueño de una fuerza descomunal, basta con rodear con una cuerda la pata del elefante y amarrarla a una estaca, ya que no intentará soltarse, porque recuerda que ya lo intentó muchas veces y no lo consiguió.

 Al igual que los elefantes, nuestros pies también están amarrados a algo pequeño; pero, como desde niños, nos acostumbramos al poder de ese tronco, no osamos hacer nada.

 Sin saber que basta un simple gesto de coraje para descubrir toda nuestra libertad".

(Texto tomado del libro Maktub)
Estaba escrito.

 Pues os deseo amigos, un viernes 13 lleno de libertades mentales, de cadenas rotas.

 Encadenaos con la vida, aunque no mucho, lo suficiente para que los pies se levanten un poco del césped, sólo un poco, por el goce de volar.  Con la holgura suficiente para soñar y vivir, pero con los ojos prestos, realistas a las trampas del destino. Desterrad estúpidas tradiciones y fanatismos. No lloréis sobre la leche derramada. Utilizad el día a día.

Carpe Diem.

Hoy.

No hay más.

"Lo consiguieron porque no sabían que era imposible".