lunes, 2 de febrero de 2015

De ansias y sosiegos. Dia 33.

33. Piezas con historia. Bergère.


  Aún estoy con la decoración de mi refugio en Villanueva de los Infantes.
  Aún me quedan rincones por rellenar. A mí que, ya sabéis, sufro de horror vacui.
  No puedo ver medio metro sin ocupar.
  Mogollón.
  Ahora me he encaprichado de unos bergères para el rinconcito de la habitación de invitados. De los amiguetes.
  Y ahí estoy: que si el blanco, el rubio o el anaranjadito.
  A vosotros, cual os gusta más?
  Y, si pongo los tres, y salga el sol por Antequera?
  Bueno, os cuento la historia de los bergères y mientras me lo pienso.



  "Una de las conquistas del siglo XVIII fue la confortabilidad que adquirió el mobiliario de asiento.
  Entre los modelos más interesantes de la época destaca la bergère. En las memorias de Madame Campan se puede leer que este sillón salvó del convento a una de las hijas de Luis XV, pues la princesa prefería la comodidad al ascetismo.
  Es probable que el primero de estos silloncitos se realizara en Francia en 1725 y más tarde se adoptase en toda Europa.
  Se trata de un sillón con asiento de cojín y respaldo redondeado que   continúa para formar los brazos, todo ello tapizado.
  Su diseño sigue presente en las decoraciones actuales"*.

Ya lo he decidido. 
Os espero en mi Villa Favorita.
Para que veáis.
Para estrenarlos.

* Piezas con historia extraídas del libro "Con nombre propio", de la colección Nuevo Estilo.

2 comentarios:

  1. Blanco, dulzura.´Verde, esperanza. Naranja frescura
    Bonne combinaison.

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  2. Pues nada, que me quedo con los tres. Un beso. Ya los disfrutaremos.

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