domingo, 22 de febrero de 2015

De ansias y sosiegos. De la paz. Del espíritu.

53. Filosofía de vida.
Hoy va de consejitos.
Hoy es domingo. Hoy no escribo porque, ya se sabe, que los domingos se descansa.
Lee. Escucha.
-El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Teniendo en cuenta que a las personas solo nos puede dañar aquello a lo que le damos importancia, evitar el sufrimiento inútil puede consistir simplemente en dar un paso atrás, desligarse emocionalmente y ver las cosas con otra perspectiva.
  Lleva práctica y tiempo, pero merece la pena llevar a cabo este gran aprendizaje. Como guía para ello, otra frase nos da una pista de como comenzar: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

-Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora. Solemos pensar solamente en el pasado o estar excesivamente preocupados por el futuro. Esto nos lleva a no vivir el momento y que nuestras vidas pasen de largo sin ser conscientes. Por tanto, debemos aprender a estar plenamente presentes, a disfrutar de cada momento como si fuera el único.
-Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno. Para encontrar un verdadero estado de bienestar es imprescindible que mente y cuerpo estén en un equilibrio
-Más vale usar pantuflas que alfombrar el mundo. Para encontrar nuestra paz interior, tenemos que ser conscientes de nuestros potenciales personales y aprender a saber dosificarlos, así como nuestros recursos. De esta forma viviremos un auténtico crecimiento y evolución.

-No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo. Se trata de una de las máximas que nos permite eliminar casi todas las leyes y mandamientos morales actuales en nuestra sociedad. Teniendo parecido significado con la frase no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti , esta quinta reflexión va mucho más allá, ya que consiste en un profundo conocimiento de nosotros mismos y una gran empatía para con los demás.
-No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita. Nuestro deseo de tener más, tanto en el plano material como el emocional, es la principal fuente de todas nuestras preocupaciones y desesperanzas. Su máxima se basa en aprender a vivir con poco y aceptar todo aquello que nos brinda la vida en su momento. Ello nos llevará a una vida más equilibrada, reduciendo el estrés y muchísimas tensiones internas.
  El hecho de desear más cosas a menudo solo indica falta de seguridad, que nos sentimos solos y necesitamos llenar esos vacíos. Sentirnos a gusto con nosotros mismos permite dejar atrás la necesidad de no tener que demostrar nada.



-Para entender todo, es necesario olvidarlo  todo. De pequeños, estamos en continuo aprendizaje. Nuestro mapa mental aún no está diseñado, lo cual nos hace abiertos a “todo” y a la capacidad de entender cualquier cosa. No sabemos juzgar.
  Pero, a medida que crecemos, nuestra mente se llena de condicionamientos y normas sociales que nos indican cómo debemos ser nosotros mismos, como deben ser las cosas, cómo debemos comportarnos e incluso qué debemos pensar interiormente. Nos volvemos inconscientes con nosotros mismos y nos perdemos.
  Para cambiar y ver las cosas desde una perspectiva más sana para nosotros, tenemos que aprender a desligarnos de las creencias, hábitos e ideas que no provienen de nuestro corazón. Para ello, esta frase nos servirá para comenzar el proceso: En el cielo no hay distinciones entre este y oeste, son las personas quienes crean esas distinciones en su mente y luego piensan que son verdad”.
Pues eso, que tengáis un buen día.
No hay dolor. Ni sufrimiento.
Amén.

2 comentarios:

  1. Meditemos sobre nuestr relación con los demás y con la vida,
    MC

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    1. Meditemos, aunque sólo sean unos minutos al día. Nos tomamos unas cañas después? Nos vemos. Un abrazo sin meditar.

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