De ansias y sosiegos. Apunte 37.

37. Encuentros con Adriana Serlik.

El pasado mes de Enero en el Centro de Arte Moderno de Madrid, se presentó el último poemario de la poeta hispano argentina Adriana Serlik, "Frágil".

Fue el poeta Javier Díaz Gil el que nos expuso una espléndida etopeya de la escritora, (podéis disfrutarla en su blog), y fue el chef Roberto Capone, embajador de FACYRE, el que transformó unos cuantos poemas en delicias gastronómicas, para que la poesía nos entrara, además, por el gusto. Puro placer.

Tan bien mostraron los dos la poesía, la trayectoria y el sabor de Adriana, que no añadiré nada más. Sólo unas pinceladas tangentes, nimias.

Roberto Capone, Adriana Serlik y Javier Díaz Gil.

"Quizá
no llegue a ver
la balanza
otra vez 
equilibrada.
Pero cuando
por las mañanas
abro los ojos
espero que ése
sea el día". 

Dedicándome Frágil


"Sólo supe del silencio
cuando me faltó
tu voz".

En Gandía.

"A veces
 después de tantas horas
 de silencio
 me asusto 
de mi voz". 

Esto nos cuenta Adriana en su poemario Ara Puc Alenar.

"Mujer de fuego
fui
amaneciendo iluminada
por la luna,
abrazada al ser amado".

"Dona de plata sóc
i voldria
tornar a sentir-me
de foc i or",- remata.

Adriana es mi amiga y mi consejera.
Es artista, maestra y luchadora.

Esta foto nos la hicimos una mañana de sol y agua en Gandía. 
Una visita a nuestros desvanes, desempolvando miedos.
Yo me fui reconfortada. Sus palabras, su tono de voz, el brillo y dulzura de sus ojos me dejaron, encima de la mesa, recetas mágicas que yo recogí sin pudor para el camino.

Y su risa como música de fondo. Siempre su risa.

"Frágil, tanta vida pasada, caminatas por calles que sólo quedan arropadas en la memoria.
Tan frágil me siento, que no atino a leer antiguas cartas para no entrar en la desesperación.
La fuerte, la que ha necesitado ser fuerte, la que ha luchado por ser fuerte, la que no ha tenido más remedio que ser fuerte, ahora vive la fragilidad de estos instantes y se esconde en unas cuantas palabras enlazadas". (Frágil).

Enhorabuena Adriana. Suerte. 
No olvides la cita en el paseo.
Andaremos, poeta, andaremos.