A mi derecha Juani y Begoña, a mi izquierda, Mari Jose.
El viernes untándonos de Navidad en la calle Larios de Málaga; de madrugada vinos, pescaíto y copas. El sábado ferry, dando un mordisquito al continente africano, Tánger a nuestra disposición: calles, cuscús, té, paseo en camello, más calles, más té, una cohorte de vendedores a nuestra disposición, encantadores de serpientes. El domingo baño de pies en el mar de la Malagueta, calor, sardinas, concierto en el espigón. Y vuelta a casa. Hoy desayuno tranquilo (sin diamantes) y un poco de Leonard Cohen para digerir todo. Cada dia tiene su afán. Próximo destino Berlín. Y, desde aquí, las gracias a mis compañeras de viaje. Por todo.
Y escribo:
Escapada a Tánger.
(Ya de vuelta).
Avanzamos hacia lo conocido.
Al comienzo.
Atrás queda la sorpresa,
lo nunca contemplado,
el descubrimiento.
Mar y océano en abrazo,
chilabas y cuscús,
alfombras de trenzado
inesperado, ofrecidas.
Cavilamos ahora
hacia un nuevo rumbo.
Esta vez por otro punto cardinal.
Cuatro mujeres buscando
el mundo.
Buscando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario