viernes, 27 de diciembre de 2013

Barro en los pies.



Hola Javi, acabo de llegar, reventado macho, unas seis horas pedaleando y lo he tenido que dejar porque, después de toda la semana lloviendo, menudo barrizal me he encontrado. Tengo la bici aquí en la habitación, hasta los topes de mierda, mañana madrugaré para limpiarla, como mi vieja la vea aquí dentro me mata.
Voy a darme una ducha rápida y me voy a sobar, mañana he quedado con los colegas para ir a la sierra a escalar y no tengo todavía nada preparado. Tú qué tal por aquellos barrios, joder nunca me acuerdo de la diferencia horaria entre tu Buenos Aires y mi tierra, allí será media tarde seguro.
Te dejo tío, ya queda menos para conocernos, al fin, este verano en Sevilla, como acordamos, pero te vuelvo a repetir que lo voy a tener crudo con el viaje a Suiza que ya tienen mis padres previsto para toda la familia. Ya veremos.


Unos golpes en la puerta hacen que Raúl apague el ordenador. Entra su madre y con sumo cuidado, como todas las noches, le acerca a la cama, le ayuda a acostarse, le da un beso y arrima la silla de ruedas a la pared. Sonríe a su hijo y cierra lentamente la puerta.




Imagen tomada de la red.

No hay comentarios:

Publicar un comentario