Imagen tomada de la red.
El escritor es el paciente más loco
del internado.
El más peligroso
e imprevisible.
Tiene brotes suicidas
y sufre invasiones
de frío.
Se consume en un rincón,
siempre ausente.
Mira hacia algún lado
con mirada opaca,
buscando.
Es el paciente más loco
e imprevisible.
Cuando encuentra la palabra
huida,
requiere atención inmediata.
Después llega la calma.
Sólo entonces sonríe.
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