con lápiz y papel, entre amapolas,
con este mar de trigo haciendo olas
y un calor en mi pecho aposentado.
En el aire tu olor, que huele a nardo,
a violetas, a sol y a caracolas,
me envuelve como un manto si estoy sola
mientras llegas a mí y yo te aguardo.
Haré un poema de frescos manantiales,
de un bosque de pinos o un hayedo
o un millar de cerezos y rosales.
Pájaros cantarán si tengo miedo,
serpentean los ríos torrenciales,
se escurre la poesía entre mis dedos.
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