domingo, 17 de noviembre de 2013

Futuro.




Imagen tomada de la red.

Procuró no hacer ruido mientras colocaba los platos en el armario de la cocina.
Dobló la ropa de su marido encima de la silla y sobre la mesa colocó la cena  que, como todas las tardes, le había preparado.
Ramiro trabajaba de noche.
De puntillas se acercó a la puerta de la alcoba. Su marido roncaba pesadamente con breves intervalos de apena.
Con los zapatos en la mano  echó una rápida ojeada alrededor y salió a la tarde.
Lo  había previsto todo. La distancia, los tiempos.
Era un intento más.
El último.
En la estación una maleta escondida.

En su corazón vencido, un ansia.

       

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