martes, 28 de abril de 2020

Paréntesis de ceniza y niebla


Cuarenta y nueve días sin sombrero,
sin ponerme tacones ni los pendientes rojos,
sin perfilarme los ojos de audacia
y derrochar tras la nuca mi perfume caro.
El espejo me pregunta qué pasa con mi pelo,

desordenado de lunes y palabras,
y me devuelve la imagen de una mujer madura,
que hace muecas y se estira las sienes con los dedos.
Ahora ensaya una sonrisa, ahora un guiño,
se palpa los pechos y se acaricia el vientre.

Cuarenta y nueve días y un sombrero nuevo,
escribo ahora en el cuaderno más hermoso
y muevo los tacones a ritmo de un bolero
mientras pienso en tu boca
olisqueando mi nuca,
desahogando los botones de mi blusa ofrecida
y apartando las dudas
con tus dedos de magia.

Y acabo este poema con el rímel corrido,
y el gozo saciado de nuestras noches largas.

4 comentarios:

  1. Inmenso,intenso,sutilmente sensual. Me late rápido el corazón al leerlo y saborear las palabras junto a mí ventana soleada.
    Me llega,me llena. 👏👏💐🦋🦋

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    1. Un abrazo sin miedo, artista. Te vemos todos, desde nuestra ventana a la tuya.

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  2. Cuarenta y nueve días para pintar los sueños de colores, para ensayar un cambio en nuestras vidas. Para escribir cuarenta y nueve poemas y una canción con esperanza. Buena tarde.

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    1. Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Un abrazo sin miedo, cariño.

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