Último día del mes de Mayo, la Universidad Popular de Leganés, celebra el encuentro del libro-fórum. Este año el autor elegido fue el periodista Carlos del Amor y su novela El año sin verano.
En el teatro del Centro Cívico José Saramago, desgranamos la obra y conocimos más a fondo al escritor.
Con, de izquierda a derecha, Carlos del Amor; Santiago Llorente, alcalde de Leganés; Luis Martín de la Sierra, concejal de cultura y Andrés Fernández, director de la Universidad Popular de Leganés.
Y ésta fue la presentación que preparé como preámbulo a las preguntas que luego se le hicieron al autor:
"La vida a veces es tan breve
y
tan completa que un minuto
-cuando
me dejo y tú te dejas-
va
más aprisa y dura mucho.
Así, con este poema de Jaime Gil de Biedma,
comienza Carlos del Amor, su primer libro, “La vida a veces”, veinticinco relatos, historias de la vida
común en las que ya se vislumbra la génesis y los personajes de sus futuros
trabajos. Un libro que os recomiendo para leer este verano.
Carlos del Amor es periodista en el área de
cultura de los servicios informativos de TVE, articulista, conferenciante y
escritor. Nacido en Murcia, tuvo claro desde siempre lo que quería hacer y
cómo.
“Busca
un trabajo que te guste y no
trabajarás ni un solo día de tu vida”, dice Confucio y ésa es la suerte que
tiene Carlos del Amor.
Como ya han dicho, aquí estamos otro año más,
en este encuentro amable del libro-fórum, con un autor al que conocer y
preguntar y un libro también amable, con historias redondas y cercanas.
La
vida a veces es más rica.
Y
nos convida a los dos juntos
a
su palacio, entre semana,
o
los domingos a dar tumbos.
Y así es como pergeña nuestro invitado las
historias, con la convicción de que la vida a veces es la mayor de las aventuras.
Y nos regala testimonios de amor que trasciende la muerte, cuadros de un hombre
sentado en un trastero ante trozos de su infancia, retratos de aeropuerto,
trazos de la historia pasada, sueños, homenajes a hombres que nos dejaron
huella, ausencias, corazones exentos, vivencias…
La vida
entonces, ya se cuenta
por
unidades de amor tuyo,
tan
diminutas que se olvidan
en
lo feliz, en lo confuso.
En su segundo trabajo, la novela que hemos
leído durante el curso, “El año sin verano”, el escritor se comporta como la distribución
de uno de los pisos de la trama, en el
que entrabas y ya estabas dentro, valga la redundancia, dice; como el
diablo cojuelo, nos convierte a todos en voyeurs, nos provoca el morbo ante el
piso cerrado y ajeno y tiene, siempre en
sus manos, las llaves de nuestra atención.
A Carlos le gustan las palabras, la
cultura, el arte en todas sus manifestaciones, es un eterno diletante; su
trabajo como contador de eventos en televisión lo realiza con tanta ilusión y
honestidad, que nos transmite un cierto color magenta en su voz y fija y hermosea la noticia dándole el toque
característico que lo define, manteniéndonos con el postre detenido.
A Carlos del Amor no le gusta planificar a
largo plazo, se mueve con soltura en las redes sociales, confabula, busca
respuestas, le agrada perderse en los
museos y es amante de los gustos sencillos.
Dice que con un sandwich y ante la pantalla
de un cine de verano o saboreando un helado mientras espera el lubricán sobre
el templo de Debod, es totalmente feliz.
Enamorado de su pareja y de sus hijos, de la
familia; del fútbol y de las buenas series, como los Soprano o Modern Family;
de la literatura latino americana, de Página 2, del nuevo periodismo o de
autores españoles contemporáneos y de la poesía visual e inteligente de la fotografía
de Madoz, entre otros.
La
vida a veces es tan poco
y
tan intensa- si es tu gusto-…
Hasta
el dolor que tú me haces
da
otro sentido a ser del mundo.
La
vida, luego, ya es nosotros
hasta
el extremo más inmundo.
Porque
quererse es un castigo
y
es un abismo vivir juntos.
Hoy no es un día cualquiera, Carlos
responderá a todas las preguntas que queramos hacerle, vamos a decirle que
hemos disfrutado con su verano y con los inquilinos de ese edificio de la calle
Alcalá, con las historias de amor que se ovillan entre las escaleras y el patio
interior, tras las puertas cerradas, y nos descubrirá, si le parece bien,
cuánta biografía ha volcado en las páginas de sus libros, cuánto de Javier,
Alberto o Simón tiene y para cuándo podremos familiarizarnos con la narcolepsia
de su abuela, como lo hemos hecho con el síndrome de Korsakoff.
Carlos del Amor nos provoca en sus libros
estupor y temblores, trabaja entre sueños y, con la grandeza de sus historias
mínimas, nos invita a pasar sin llamar, porque nos promete que siempre habrá
una luz encendida, que nunca estará fuera de cobertura.
La vida a veces te hace obrar de manera diferente a como tienes previsto, te hace jugarretas inesperadas,y te avisa,que es la dueña y señora de todo lo que te acontece, unos instantes buenos y bastantes minutos regulares.
ResponderEliminarSé que otro año más has cumplido con creces tu misión de presentadora de autores. Te felicito. Un abrazo.
Ha quedado todo muy bien. El autor contento, se encuentran más de lo que esperan. Un abrazo. La vida a veces...
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