jueves, 3 de septiembre de 2015

Jueves lento. Desde la portería, Asiole. Asiole Dorpa.

246. Y ahora una boda.


"Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie".
    
      Hemos dormido pero que muy bien.
     Angustias se ha levantado algo desorientada. No sabia dónde estaba.
     Le he preparado una buena taza de café y unas tostadas.
     Está el portal como si acabaran de bombardear por la obra, y lo que te rondaré morena, así que nos hemos ido las dos a ver a Maribel.
     Sigue mal la muchacha, el médico le ha dicho no sé qué de que no ha expulsado los gases a tiempo o algo así y por eso está tan hinchada, que tiene que esperar a ver cómo evoluciona. Yo creo que algo han hecho mal y ya está.
      Hemos andado un poco por el pasillo y yo le daba masajitos en la tripa a ver si se resuelve el problema. Está disgustada.
    El italiano ha aparecido con cara de tonto y con un ramito de margaritas en la mano temblona y nos dice que los hospitales le ponen nervioso. 


     Vaya hombre para compartir el resto de la vida! Qué fortaleza!
     No he comentado nada. 
    A la vuelta hemos tomado una cerveza en una terracita. Angustias sigue tristona. Intento animarla, decirle que no mire atrás, le he dicho, mira el ayer es dinero gastado, el mañana es dinero por venir. Usa, el día de hoy, que es dinero en efectivo. Le ha encantado, se ha reído. No le he dicho que es un proverbio chino, he quedado divinamente.

     Cuando hemos llegado a la portería estaba Larios con Edison en la puerta. Esperándonos.
    Me tiende un sobre con una invitación de boda. Joder. Que se casan en Octubre y Susana y él quieren que vaya. Su hijo Arturo va a ser el padrino.
     Y que irán de viaje de novios a Barcelona, porque tiene allí una exposición.
     Un bautizo, una boda.  Estoy mejor que quiero. Que alegría.


    Angustias se queda a comer, por la tarde se va con el Sr. Andreas al cine.
      Voy a hacer unos tallarines y una ensalada.
     -Venga, Angustias, -le digo, -mientras pongo el agua a hervir, tómate una copita de vino y sírveme otra a mi. Y recuerda que si la pena no muere, se la mata.
    Ahora sí le digo que la frase es de don Gregorio Marañón.

    Hasta mañana amigos.
    Y no, no se me olvida Mislav. Creo que estoy algo enamorada.
    Aunque no estoy segura.

2 comentarios:

  1. Siempre será mejor ir de boda y bautizo, que de entierro. Está bien lo de la pena, pero a veces, a lo peor necesitas un barril. Besos.

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    1. Amiga es que soy un poco rara, los eventos, bodas, bautizos, etc, me sobrepasan un poco. Evidentemente mucho menos que ir de entierro. Un lío. Y más ahora que tengo revueltos los sentimientos. Que no sé. Besos pacientes.

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