viernes, 4 de septiembre de 2015

De labios hidratados y de corazones de 600 kilos.

247. Viernes de pulsaciones.



   Después de desayunar, como casi todos los viernes, en el bar de Eduardo y Nati, (hoy no se han quejado), he ido a la farmacia para comprarme un protector de labios. Es mi punto débil, se me secan mucho y estoy siempre echándome potingues para hidratarlos.



    -Toma éste, es un poco caro, pero te va a ir muy bien-, me dice Paquita, la farmaceútica, una mujer de unos cuarenta años, pizpireta y alegre y que sabe todo lo que hay que saber. Lleva el pelo naranja y todos los deditos anillados. No soporto eso.
    He cogido del mostrador, siempre lo hago, unas revistillas y mira lo que pone en una de ellas:

"El corazón es el órgano que más esfuerzo físico realiza. El del hombre pesa alrededor de 300 gramos, una pequeñez al lado de los 600 kilos que pesa el corazón más grande del planeta, el de la ballena azul. Es tan espectacular que es tan alto como una persona. Las pulsaciones de este cetáceo en momentos de esfuerzo rondan los 18/20 latidos por minuto, una insignificancia al lado de las del colibrí, nada más y nada menos que 1.200 latidos por minuto, el corazón más rápido-  y más pequeño- del reino animal".



   Ha bajado Begoña a despedirse, se va a trabajar durante un año a Perú.
    Se lleva a su hijo, Lucas, que ya tiene plaza en un colegio.
    Los acompaña Maxim, un compañero de trabajo.
  Me dice  Begoña, al oído, en un momento en que su hijo estaba entretenido con Guindilla, la iguana, que estaban ahí, ahí... palabras textuales.
   Pues como yo con Mislav, pensé.
   -¿Y que vas a hacer con el piso?, le pregunté.
   Y me dice que ya lo ha hablado con el Sr. Andreas, que lo va a  seguir pagando, por lo que pueda pasar. Me alegro.
   Cuando se van me quedo pensando, fíjate qué tontería, cuánto pesará el corazoncete de Guindilla.
    Y cuántas pulsaciones por minuto.

    Me llama Mislav, que si quiero ir al cine el sábado.
    Pulsaciones.
    Vaya locura de amores.
    Con lo tranquila que yo estaba.
    Me voy a hacer una tila.
    Nos vemos.


*Imágenes tomadas de la red. 

2 comentarios:

  1. Interesante lección. Son curiosidades dignas de dar en clase, anotado queda. Cuida el tuyo porque es el músculo que mas debemos mimar, y parece que lo tienes alborotado. Un abrazo.

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    1. Si está un poco revolucionado y lo peor es que no está acostumbrado. Un abrazo hidratado y brillante.

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