jueves, 17 de septiembre de 2015

De ansias y sosiegos. ¿Cómo hemos podido vivir sin saberlo?

260. Sólo sé que no sé nada.



     Buenos días.
     Aquí estoy haciendo una redada con las revistas viejas.
     La torre  ya alcanza una altura que desprecia la ley de la gravedad.
     Da vértigo. 
     Me he puesto una música relajante, muy relajante, una infusión y me he dedicado a mirar, una por una, por si cometía el error de tirar alguna que albergara en su bolsa marsupial alguna noticia que cambiara mi vida.
    Neuras que todavía tiene una, aún después del largo periplo de este verano en busca de la estabilidad emocional.

    No había nada digno de interés como para seguir manteniendo ese coloso en el rincón de la cultura.
    Si acaso, un par de cosas curiosas, simpáticas, o ridículas, según se mire. Pero yo, después de hojear y ojear las ciento y pico revistas de años aleatorios y pasados, ya no discernía calidad ninguna.
     Mirad.
     Sabéis si...
    ¿Hay algún animal que pueda sobrevivir después de que le corten la cabeza?
     La cucaracha puede sobrevivir nueve días sin cabeza.
    
    Pero un pollo de la raza wyandotte, llamado Mike, (abril 1945-marzo 1947), conocido en el Libro Guinness de los Records, como Mike the headless chiken o Miracle Mike, sobrevivió 18 meses después de que su amito le cortara la cabeza.

    El 10 de septiembre de 1945 el agricultor Lloyd Olsen de FruitaColorado (Estados Unidos), fue enviado por su mujer a buscar un pollo para la cena. Olsen seleccionó un joven gallo de cinco meses y medio llamado Mike. El hombre le dio un formidable hachazo al animal, pero parece ser que el golpe no fue tan efectivo como otras veces.
      Al contemplar que el ave no moría, el sorprendido Sr. Olsen decidió cuidar a Mike, dándole de comer una mezcla de leche y agua a través de un gotero y proporcionándole también pequeños granos de maíz.

  

    Una vez que alcanzó cierta fama, Mike comenzó a ser exhibido en ferias y viajó por muchos condados, haciendo bolos.
   Inicialmente el dueño de Mike cobraba 25 centavos por persona por mostrarlo públicamente. En su momento más álgido, el pollo llegó a ganar 4.500 dólares al mes, que equivaldría a unos 50.000 dólares actuales (2005), y fue valorado en 10.000 dólares.
  El inminente éxito de Olsen provocó una ola de decapitaciones de pollos, pero ningún otro pollo sobrevivió más de un día o dos.
    En marzo de 1947, en una parada en un motel de PhoenixArizona, durante el viaje de vuelta a casa de la gira correspondiente, Mike comenzó a asfixiarse en mitad de la noche. Como los Olsens habían olvidado su comida y sus jeringas de limpieza en la caseta el día anterior, no pudieron salvarle. Lloyd Olsen alegó que había vendido al animal, de modo que surgieron historias sobre Mike por todo el país hasta 1949. 
    La explicación a este enigma sería que el hacha no había alcanzado la arteria carótida y un coágulo había impedido que Mike se desangrara. Aunque la mayor parte de su cabeza fue cortada, gran parte de su tallo cerebral y uno de sus oídos habían quedado intactos. Dado que las funciones básicas (respiración, ritmo cardiaco, etc), así como la mayoría de acciones reflejas de un pollo, están controlados por el tronco del encéfalo, Mike fue capaz de permanecer en un buen estado de salud.
    Lo mismo le ocurre a la cucaracha que, al tener el cerebro cerca del estómago, pueden seguir viviendo hasta cobrar casi la jubilación.
   Aunque tampoco he visto el caso tan asombroso. Conozco algunas personas que ya tienen una edad y no les veo la cabeza por ninguna parte.
   Aunque ellos no se dan  cuenta.
   Menos mal.


    Hasta mañana corazones. Que el día os encuentre con la cabeza bien puesta sobre los hombros.
    Y no olvidéis el sombrero.





10 comentarios:

  1. Yo me miró y creó que tengo, todavía, cabeza.
    ¿Tu meves?

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    1. Te la veo, te la veo, querido amigo calatravo. Y bien puesta. Abrazos locos.

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  3. Yo me miró y creó que tengo, todavía, cabeza.
    ¿Tu meves?

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  4. Creía que solamente yo, veía descabezados.
    MC

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    1. Si es que no es difícil encontrarlos. Aunque no los busques. Abrazos con cabeza.

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  5. Sabes? Yo intento mantenerla, pero a veces le doy un respiro, me pongo el sombrero y la ignoro. Me dicen que" soy la loca de la casa" y que aún no tengo juicio. Pero no me importa, así los años me pesan menos. Te deseo un jueves perfecto. Un abrazo.

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    1. Es formidable ser la loca de la casa. Y si encima es con sombrero ya roza la perfección. Abrazos sin juicio.

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