lunes, 28 de septiembre de 2015

De ansias y sosiegos. Borracha de amigos, de abrazos y de poesía.

272. Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan y a uno se le ocurren cosas que no había soñado y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir".
Gabriel García Márquez.

Buenos días amigos.
Ya pasó.
Ayer tuve mi día, mi momento de gloria. Fuisteis muchos, casi todos, los que me regalasteis un instante de vuestro tiempo para ofrecerme un saludo cariñoso.
Y yo intenté corresponder, pero seguro que alguno quedó sin respuesta.
Volveré sobre vuestros mensajes más tarde, ya más tranquila, con un té en la mano y la respiración pausada del que se siente sereno y feliz. Para volver a pasaros por el corazón.
Y ahora os quiero dar de nuevo las gracias. A todos y todas. 
Hasta el cielo se acordó de regalarme.
¿Visteis qué luna?


Ahora, mientras busco acomodo a los regalos, ahueco las flores en el jarrón, me esparzo algunas gotas de perfume sobre los hombros, y pongo a la vista los libros nuevos para comenzarlos cuanto antes, pienso en poemas
Y...
 Después del café de la mañana,
retiro el mantel y las miguitas,
despejo la mesa,
como se despeja la pista de aterrizaje
de un aeropuerto
y extiendo todas las palabras
que conozco
y alguna extraña que descubro,
en ese momento,
al sacarlas de la bolsa.
Las mezclo, con las manos abiertas,
como se barajan las fichas del juego de dominó.
Luego las volteo,
las miro un instante, les sonrío,
las acaricio
y las voy colocando con mimo
unas al lado de las otras.
Algunas, alejadas, dispersas,
dejando hueco para las que brillan
con un color especial,
para las que exhalan música y olor
 a bosques húmedos, a néctar y noches de luna
y cataratas.
Así, me demoro largo rato.
Disfrutando.
Cuando me duele el pecho de gozo
y en la garganta se aloja
un nudo de llanto,
me aparto un poco
y contemplo el resultado.
En voz alta lo nombro, paladeando su sabor,
descifrando su significado,
respirando el nuevo.
-Eso es lo que quería decir,- pienso.
O quizá no.
Pero me retiro despacio, 
hechizada,
ante la deseada posibilidad
de que sea un poema.



Hasta mañana. 
Sois estupendos.
Todos.
Me quito el sombrero.

6 comentarios:

  1. Inspirada, lo estás sobradamente, Si alguien te dice otro comentario, Tú, no hagas caso. Aunque sea con el deseo de que te sirva. Me alegro de que fuera un día especial, estos suelen ser inolvidables. Oye: he descubierto como arrinconar el insomnio. Un vaso telefónico de leche caliente me hizo dormir de un tirón. Fantástica terapia. Besos.

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    1. Me alegro que te sirviera, la próxima vez con algo de colacao.
      Un besote. Hasta el jueves.

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  2. No, no te lo has quitado, el sombrero, digo. Ya lo haremos por ti. Feliz poesía.
    MC

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  3. M.C. Muy buen apunte. Abrazos.

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