martes, 8 de septiembre de 2015

De ansias y sosiegos. Acabando. Cerrando la portería.

251. Se me acaba el contrato.


"La utopía está en el horizonte.
 Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos
 y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces para qué sirve la utopía?
Para eso, para caminar"
Eduardo Galeano.


     Hola amigos.
   Me llama Eloísa, que ya se ha terminado su huida, que ya tiene la brújula asentada en el eje, que, de vez en cuando, la aguja se desboca, pero que vuelve, casi al momento, a señalar el norte.
    Me pregunta cosas y le respondo.
    Me dice que quiere retomar su proyecto y no le digo nada.

    Y no le cuento lo de Mislav, no es el momento.
  Ella me dice que está en Villanueva de los Infantes, en su Villa Favorita, intentando recolocar el resto del año. Por lo menos.
    Que en breve viene.
    Que ayer llovió.
    Y que su amiga poeta y ella corrieron por la plaza inundada, pisando los charcos con fuerza, para hacer huella.
   Que Tesala recitó en un banco de la calle Santa Teresa, enfrente del Polideportivo...


*En tu reino de luz y viento,
de pámpanos y trigales,
sueñas, señor Quijote,
con la hermosura
de tu sin par Dulcinea.
La doncella Aldonza
a la que alzaste
del barro a las alturas
del eterno cielo del amor,
al infinito arco iris
de tu alma noble y enamorada.

...que descubrieron un parque pequeño con un pozo con la tapa repujada y unas columnas rotas...

Atardece.
El sol del ocaso
castiga tu cuerpo exhausto
y languideces de amor y deseo.
La tierra es testigo
de la sinrazón que te puebla
y como un pentagrama
ahíto de silentes notas,
estrangulas en tu garganta el llanto,
como una melodía
flotando en el universo.

...y que tomaron tónica con lima, con el temblor y el olor a vainilla de una vela gorda...

Y sueñas, señor Quijote,
con la luz de sus ojos
y con su boca ancha,
con su pelo ensortijado
y sus dientes de escarcha.

...y que, ya noche, se despidieron hasta el próximo verso.

Si pudieras...
Si pudieras lograr sus besos
y poco a poco estrecharla,
acariciarla en silencio
en los perfiles del alba.
Sentir su morena piel
sobre tu piel de añoranzas.
Si pudieras...
Si pudieras desposar con tu anhelo
el dulce nombre a tu vigor rendido,
si pudieras ser verbo de su celo
y entregarle tu corazón transido.
Si pudieras, señor Quijote,
si pudieras...
¿Qué congoja a mi señor
que ha mudado la color
y las ganas de yantar ha perdido?
¿Qué dulcísimo dolor
rubrica en su sangre el llanto
y le ciñe los sueños mas íntimos?
¡Ay, señor don Quijote!

Si pudieras...
¡Si ella soñara contigo...!


Todo esto me dice  y yo lo pongo.
No hay novedades en la finca.
Hasta mañana amigos.

No me ha llamado Mislav.  


*Poema de Teresa Sánchez Laguna, TESALA, (Valdepeñas), poeta, coautora de los libros de la foto y con el libro de poemas publicado: "Búscame en el silencio", amén de varios poemarios inéditos. Ha recibido diversos premios por su obra, entre ellos el premio Cencibel por su poema: "Regálame tu asombro, Valdepeñas". 

Regálame tu asombro, Teresa.
Búscame en el silencio.
Un beso, Eloísa.


4 comentarios:

  1. Cuanto Quijote,.
    Cuanta Mancha.
    ¿No hay Sanchos en la historia?
    Me falta mi personaje bonachón, osado, espontáneo... MI SANCHO
    Lo espero

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El encuentro poético se centraba en el Quijote, querido Calatravo. Y claro que tenemos en gran estima a Sancho. Como a usted, al que agradezco que vuelva a dejarse ver. Un abrazo. Me encantaría conocerle. Otro saludo.

      Eliminar
  2. No sé, si Quijotes, Sanchos o Dulcineas, pero la mancha tiene algo. Sus poetas son muy buenos. Besos amigos manchegos, de una madrileña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues otro beso para tì, madrileña. Estoy de acuerdo contigo, estupendos poetas a los que tengo la suerte de conocer, en persona o a través de Eloísa. Abrazos, tambièn.

      Eliminar