He cruzado el desierto
muchas veces.
He muerto de sed
y de esperanza.
He llorado poco,
para no perderme el sol
de medianoche.
He caminado por noches blancas,
arribado al nuevo día
derrotada y sonriendo.
¿Ya estás levantada?
¿Adónde vas?
Vengo del desierto,
llevo horas caminando.
Me perdí
y tengo sed.
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