jueves, 13 de junio de 2019

El regalo de un amigo.

Estoy llorando.
  Esta mañana me he levantado con el desconcierto de una niña al borde del mar, con los bajos de la falda hilvanados de nada y con un cubo en la mano, dispuesta a levantar algún castillo de arena, algún sueño que no recordaba. 
  Mientras se mojaba la tierra baldía, he curioseado en internet. Y esto es lo que he encontrado al filo de ese mar que tanto anhelaba.
  Un podcast de mi amigo Primitivo Oliva Fdez, dedicado íntegramente a mi. Estoy llorando. Con cuánto amor y delicadeza habla de mi persona y de mi poesía. Con cuanto cariño desgrana nuestra amistad.
  Estoy llorando. Pero de una emoción lenta y calentita. He dejado el cubo y las ansias del castillo.
  Sólo quiero tomarme con él una cerveza y estrecharle las manos.
  Y seguir nadando entre poemas.

2 comentarios:

  1. Personas que pasan por nuestro camino llevándonos en volandas, difícil será no meterlas en nuestra vida.
    Disfruta su amistad y eleva la personalidad que emana.
    Seguid con la poesía y colmaréis vuestro alma. Llora, esas personas merecen la pena. Tengo un pañuelo de seda para enjugar tus lágrimas. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Disfruto de su amistad, como disfruto de la tuya. Personas como vosotros no se las puede dejar escapar. Son un regalo que te hacen crecer y mirar con júbilo hacia todos los horizontes. Un abrazo, preciosa.

      Eliminar