miércoles, 18 de junio de 2014

El sepulturero.





Imagen tomada de la red.




Una vez, mientras yo estaba enterrando a uno de mis egos, se acercó a mí el sepulturero, para decirme:


-De todos los que vienen aquí a enterrar a sus egos muertos, sólo tú me eres simpático.
-Me halagas mucho -le repliqué-; pero, ¿por qué te inspiro tanta simpatía?
-Porque todos llegan aquí llorando -me contestó el sepulturero-, y se van llorando; sólo tú llegas riendo, y te marchas riendo, cada vez.

El Loco de Gibran Khalil Gibran.

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