Cada día levantas tu sonrisa al sol,
te elevas, te expandes,
floreas tu amarillo cálido,
buscas la luz,
anónima entre tantas,
marea ondulante y berroqueña,
danzante, libre,
sororidad desde tiempos ancestrales.
Mujer girasol,
copa de Júpiter, trompeta de amor,
flor del desierto,
buscadora de vida.
Un día, dejas de girar,
de buscar anhelos y cruces de caminos,
te detienes.
Y es entonces, cuando, ya madura,
es hora de contemplar un nuevo mar,
de recoger tu envoltura,
combustible infalible y necesario.
Es cuando tu color se vuelve caliente
y atrae, polinizante,
a nuevas mujeres vibrantes y paridoras,
unidas en una lucha que aún es joven,
y con la mirada y la sonrisa
elevada al sol.
Con Lucy Carlosama, presidenta de Asorbaex.
Un día, dejas de girar, y te detienes y piensas, si seguir buscando anhelos, o dejar correr el tiempo nada más.Un abrazo.
ResponderEliminarEl tiempo, lo dejes o no, corre. Y demasiado aprisa. Vertiginoso, mareante. Hay que seguirle la corriente, pero engañándole de vez en cuando. En cuanto se despiste. Besos alados.
Eliminar