sábado, 28 de enero de 2017

Poema-homenaje de un amigo.

Quiero dejar aquí, guardadito, este poema entrañable de mi amigo Manuel, que me hizo y leyó, con motivo de mi presentación del poemario Pronto será oro el membrillero. En él se ve, lo profundo de nuestra amistad y su bonhomía y elegancia.



Con el poeta y amigo Primitivo Oliva a mi derecha; a mi izquierda, Manuel Herrera, autor del poema y Enrique Sánchez (Gandhi)



Hablar del  libro yo quiero
con emoción y decoro
de que “Pronto será oro
el fruto del membrillero”.
Por su madre fue parido
como un niño pequeñito,
yo con gusto lo he leído
y me parece bonito.
Es según mi parecer,
de manera subjetiva,
el alma de una mujer
que se muestra en carne viva.
Una mezcla indescifrable
de gozo y de sufrimiento,
que refleja el sentimiento
de una persona admirable.
Un alma que está luchando
por encontrar su destino
y las piedras del camino
con tesón las va salvando.
Que se siente confundida
creyendo que está desnuda
ante el dolor de la vida
y el azote de la duda.
Que vive comprometida
y a los otros entregada,
de forma tan abnegada,
que de lo suyo se olvida.
De la madre, que diremos
que no lo sepa la gente
en la fiesta aquí presente,
pues todos la conocemos.
Aunque pasa de sesenta
(según cuenta en el librito)
con su cuerpo tan bonito
ni  siquiera te das cuenta.
Son sus ojos sonrientes,
la carita muy graciosa,
la sonrisa luminosa
y como perlas, los dientes.
Lo que digo es comprobable
a ojo de buen cubero,
decir más cosas yo quiero
de mujer tan admirable:
De años pasa los veinte
que gozo de su amistad
y os lo digo de verdad,
es bastante buena gente.
Y no sé por qué lo digo
que de sobra lo sabéis,
pues todos la conocéis
y de ella sois amigos.
Prueba clara y evidente
y fácil de comprender,
ha venido tanta gente,
que no cabe un alfiler.
Con una sola intención
de demostrarle cariño,
por haber parido un niño
tras penosa gestación.
No es todo color de rosa
aplausos y bambalinas,
a mujer tan generosa
no le faltan las espinas.
Siempre vive preocupada
por sus muchos quehaceres,
de la clase es de mujeres
continuamente ocupadas.
Una labor que la engancha
y da puntos para el cielo:
su meritorio “currelo”
donde Castilla-La Mancha.
Con más de veinte señoras
y sus ganas de aprender,
que suele corresponder
echando a la cosa horas.
Cuando el mes finalizamos
en esta casa nos vemos
y muy felices leemos
los versos que preparamos.
Es el alma del cotarro
en cuestión de poesía,
ni siquiera un mal catarro
la hizo faltar un día.
Y promueve la cultura,
con esfuerzo e ilusión,
dando clases de escritura
en el Santiago Amón.
En casa el ordenador
ella suele reventarlo,
si tiene que presentar
a escritora o escritor.
Sus palabras son sinceras,
profundas y meditadas,
aunque ella no lo quiera,
está muy solicitada.
Es un hecho demostrado
y por demás repetido,
si por ella es presentado
es el libro más vendido.
Con esta vida de prisas
yo te quiero preguntar,
por si quieres contestar:
¿cuándo duermes, Eloísa?
En el canto yo lo meto
porque es bueno y lo parece,
porque él se lo merece,
a su esposo Diego Nieto.
Porque suele suceder,
un dicho muy repetido:
detrás de una gran mujer,
siempre hay un buen marido.
Hombre amable y sonriente,
en el trato muy humano,
que ocupa un segundo plano,
escondido entre la gente.
Bien pudiera darse el pisto
de su mujer tan famosa,
con ella, una sola cosa,
según manda Jesucristo.
Que me da la sensación
por la forma que la mira,
además de que la admira,
la quiere de corazón.
Esto a mi me ha sugerido
este libro pequeñito
tan profundo y tan bonito
por Eloísa parido. 


Composición sobre el poemario, de mi amiga, la poeta de Valdepeñas, Teresa Sánchez Laguna. 


Y yo, no sabía qué ponerme y, con tanta suerte, me puse feliz.

Gracias Manuel.
Gracias amigos.
Pura vida. 



2 comentarios:

  1. Temblaste de emoción.No me extraña, con esas verdades y palabras tan bonitas, yo me desharía. Abrazos con mimo.

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    1. Me dejó temblona si. Manuel es un amor de hombre y eso además le añadió emoción al acto. Un beso bella mujer.

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